Buscar este blog

Powered By Blogger

domingo, 13 de noviembre de 2016

SITIO ARQUEOLOGICO DE QENQO- CUSCO

SITIO ARQUEOLOGICO DE QENQO
Ubicación (3580 Msnm)
A 4 y 6 Km. (5 min. al noreste del Cusco) por carretera asfaltada se hallan los sitios arqueológicos de Quenqo. Son dos los lugares: el Grande, que se encuentra al pie del camino que va desde Sacsayhuamán hasta Píssac; y el Chico, que está a 350 metros al oeste del anterior, sobre la ladera. Este adoratorio se encuentra ubicado sobre lo que hoy se conoce como el cerro Socorro y abarca un área que sobrepasa los 3,500 metros cuadrados.
En el Hanan Qosqo o Cusco alto se extendían una multitud de sitios religiosos, uno de ellos es el observatorio astronómico mágico  de Qenqo. Este sitio arqueológico se encuentra a  3590 msnm en las coordenadas geográficas de 71°58’16” Longitud Oeste y 13°30’19” Latitud Sur; entre el Chinchaysuyo y Antisuyo, al NE de Cusco a un kilómetro en línea recta y a una distancia de  3 kilómetros unido por una carretera, se encuentra encima del antiguo barrio de Toq’okachi, hoy San Blas y sobre las laderas del cerro Socorro.
EL ESPACIO GEOLOGICO
Q’enqo fue trabajado íntegramente  de erizo de mar y conchas de en un gigantesco roquedal de caliza sedimentaria, llamada Formación Yunkaypata de origen marino con restos fósiles de lamelibranquios y gasterópodos. En cuanto al tiempo geológico el Dr. Kalafatovich le asignó una edad correspondiente al periodo cretácico. El intemperismo y los agentes erosivos desgastaron permanentemente la superficie pétrea formando un paisaje lunar llamado k’árstico; así mismo el agua pluvial cargado de anhídrido carbónico, disolvió fuertemente la roca formando cavernas naturales que los incas utilizaron como galerías rituales.
En este ámbito sagrado sacro se encuentra el riachuelo de Q’enqomayo, sus aguas fueron canalizadas hacia la sagrada laguna artificial de Mulloq’ocha, además desde este escenario espectacular es posible contemplar a su vez los picos sagrados de Salkantay y el Ausangate.
ANTECEDENTES
Por desgracia su nombre se perdió en el tiempo, en 1937 Luis A Pardo la llamo Qqencco Chico; otros prestigiados autores le atribuyeron ser la Guak’a de Patallaqta y casa del Inka Pachakuti.
Hacia 1934, , con ocasión del IV centenario de la fundación española del Cusco, bajo la dirección del entonces director del Museo Nacional de Lima, Luis  E. Valcárcel; José Maria Franco Hinojosa, conservador del Instituto Arqueológico del Cusco, desenterró el sitio de Q’enqo, a su vez Luis A. Pardo en su condición de jefe del Instituto Arqueológico del Cusco y Director Ad-honoren, del museo arqueológico de la universidad de esta capital en su libro Ruinas precolombinas del Cuzco, dice que…”En las resquebrajaduras del roquedal y a una profundidad de 0.45 cm; en dirección Sur, se han encontrado restos humanos, huesos, tres tupus de plata. En el subterráneo se hallaron otros restos humanos, los que se hallaron en el Museo del Instituto Arqueológico”… y referente al grandioso ídolo del adoratorio de Q’enqo indica…”Observadores perspicaces, creen encontrar en el monolito de Qenqo, la situación del tótem puma, y así parece ser. Al caer la tarde, y cuando las sombras se dibujan en el horizonte, ayudan a proyectarse la arrogante figura del felino endiosado”…
En 1911, antes que se produjera el destrozo arqueológico de Q’enq’o, el explorador norteamericano Hiram Bingham visito este monumento arqueológico, registrándolo fotográficamente a cuyo pie de página dice: The rock of khenkonear Cuzco es decir La Roca de Kenkko cerca a Cuzco. La foto es elocuente, por desgracia solo muestra una parte del roquero y del altar mayor libre de bosques, con un escenario abierto, destacándose en el lejano horizonte los picos del Pachatusan, Picol y el Ausangate.
El registro fotográfico de Hiram Bingham (1911) y las excavaciones de JoseMaria Franco Hinojosa…idea exacta de la historia del Observatorio astronómico de Q’enqo… españoles se apropiaron de la ciudad imperial, inmediatamente fue tomado la casa solar del Qorikancha y tambiénQ’enqo, siendo profanado  violentamente saqueado, deshabitado, desmontado y en parte destruido.
Igualmente se considera importante el libro titulado “El culto al agua en el antiguo Perú”, por Rebeca CarrionCachot, donde menciona y se refiere a los sitios denominados Q’enqos y Pacchas, que tuvieron gran importancia para las diversas culturas del Perú. Del mismo modo no podría faltar aquella documentación proporcionada por los cronistas.
Siendo de mucha importancia todos aquellos aspectos que pueden dar una idea del sitio arqueológico conocido como Qenqo, Theodoro Paredes Yépez averiguo para su tesis (1978), encontrando los datos etnológicos existentes proporcionados por los habitantes del lugar, asi como por las personas que radican en la ciudad del Cuzco, coincidiendo para ambos casos en el señalar a dicho sitio como lugar sagrado o huaca.
De estos antecedentes previos que nos lleva a poder encontrar datos y en base a ellos se puede reconstruir lo que se considera todo ese espacio grande llamado época pre-inca, de lo cual muy poco se conoce, así como de la inca, que siendo más reciente todavía existen muchos aspectos oscuros, llevándonos pues a la posibilidad de plantearnos preguntas que después de un previo trabajo bibliográfico y practico nos permite poder llegar a encontrar, si no es la función o uso exacto, por lo menos una aproximación que sirva para plantearnos otras que si puedan llegar a la explicación de lo que fue ese gran imperio.
Como explicamos en la primera parte, tenemos que concentrarnos a la mayoría de datos existentes para  poder en base a ellos desarrollar nuestros planteamientos, ya que de otro modo serian simplemente elucubraciones. Es cierto que todo trabajo al final muestra un tipo de conclusión, que es la elaboración realizada por el investigador, que necesariamente ha tenido que basarse en un punto de partida y a partir de este, buscar el desarrollo de la misma. Esto último significa para nosotros, es recopilar la mayor documentación  posible que hayamos podido tener a nuestro alcance, ya ese de tipo bibliográfico eso como etnográfico
ETIMOLOGIA
Aunque el nombre original de este adoratorio no se conoce, los conquistadores españoles decidieron nombrarlo con la palabra quechua K`enko, que significa "laberinto", acaso por las laberínticas galerías subterráneas o por los pequeños canales labrados en las rocas en forma de zigzag.
 Luis A. Pardo en su libro “Historia y Arqueología del cusco” tomo I, menciona a cerca del sitio arqueológico que tratamos de la manera siguiente: Denominase una de las partes como HATUN Q’ENQO; Hatun es termino quechua que significa GRANDE QQ’ENQO, es vericueto; o sea el VERICUETO GRANDE, el otro es el vericueto chico, esto haciendo referencia a Q’enqo chico.
Así mismo le da otra denominación, la de LACKO, que equivale a burladero; o más bien seria LACKOCHINA que es idéntico a lo antes indicado. Este nombre está de acuerdo con el carácter de este conjunto arqueológico, que tiene muchos subterráneos, extendiéndose de un extremo a otro del roquedal, en donde uno puede desempeñar el papel de burlador.

De acuerdo al diccionario del Padre Jorge A. Lira, la palabra Q’enqo, tiene por significado el de Línea Quebrada, torcida, sinuosa (Lira s/f: 143), siendo por esta razón que a dicho sector por la existencia de tallos, en esta forma  se le conoce pro ese nombre.

1 comentario:

  1. Muy interesante el blog, recomiendo la lectura de la misma,
    saludos!!
    https://www.crossoverperu.org/our-top-seller-tours/rainbow-mountain-vinicunca-full-day

    ResponderEliminar