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domingo, 13 de noviembre de 2016

PARTES PRINCIPALES QUE COMPRENDE EL PARQUE DE SAQSAYWAMAN- CUSCO

PARTES PRINCIPALES QUE COMPRENDE EL PARQUE DE SAQSAYWAMAN.
El Parque Arqueológico de Saqsaywaman comprende varios grupos:
a) Saqsaywaman propiamente dicho.
b) Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
c) Laqo.
d) K’usillluchayuj.
e) Lanlakuyuq.
f) Pukapukara.
g) Tanpumach’ay o Tambomachay.
h) Llaullipata.
i) Chakan.
a) Saqsaywaman propiamente dicho.
Es la parte más impresionante del Parque, ocupa su porción austral por tanto la más próxima a la ciudad, comprende varios sectores:
- Los Torreones: Hoy sólo quedan los cimientos de los tres torreones descritos por Garcilaso; los edificios fueron destruidos en los primeros tiempos del coloniaje, los cimientos cubiertos de tierra y su magnificencia cubierta de olvido. Estos cimientos fueron ubicados y limpiados bajo la dirección del Dr. Luis E. Valcárcel en 1934. Los torreones en el Incanato fueron tres, dispuestos sucesivamente en línea recta en la cumbre de la colina, el central tenia planta circular por tanto el edificio fue cilíndrico, se llamaba MUYUQMARKA (Muyu, circular y Marka, localidad o poblado), comprendía cuatro pisos con muchas puertas y ventanas, se comunicaba con los otros torreones mediante pasadizos subterráneos y también mediante cómodas calzadas exteriores, sus paredes estaban cubiertas de oro, era residencia de los Inkas, había abundante agua, hoy todavía se exhiben los acueductos. Garcilaso mencionaba:
“Eran calles y callejas que cruzaban de una parte a otra con vueltas y revueltas y tantas puertas, unas en contra de otras y todas de igual tamaño que a poco trecho que entraban laberinto, perdían el tino y no acertaban a salir”.
Los cimientos de Muyuqmarka son tres círculos concéntricos, el último encerrado en un cuadrado; las paredes circulares están unidas por cortas paredes transversales y rectas. El diámetro del circulo interior mide 9.35 m., el del siguiente 15.0 m. y el mayor 22.2 m. Todos los cimientos son de roca caliza, los edificios fueron de andesita, piezas transportadas después a la ciudad para edificar casas y templos.
El torreón ubicado al oeste de Muyuqmarka se llamaba PAUKARMARKA o lugar alegre; el ubicado al oriente SALLAQMARKA o lugar áspero.
- Grupo de Recintos: Ubicados en la cumbre de la colina, al sur y a poca distancia de los torreones, denominado por algunos autores aunque sin mucho fundamento SECTOR RELIGIOSO. Son hermosas habitaciones apoyadas a la colina, con vista y plazas hacia la ciudad, llama la atención una pieza de dos pisos con claro retallo en las paredes y caprichoso acabado en las hornacinas.
- Los Baluartes: Están dispuestos en tres niveles, en líneas rectas quebradas, formando un dentado de entrantes y salientes con ángulos obtusos y agudos, cada bastión sostiene una terraza o plataforma, el conjunto está orientado en términos generales de este a oeste con frente a la explanada de Chukipanpa o Planicie de las Lanzas Reales (Chuquipampa). Los muros están con enormes bloques de roca caliza, son impresionantes poliedros irregulares ensamblados entre ellos con suma perfección, con superficie externa pulida (hoy deteriorada por el intemperismo) y convexida en la misma, algunas piedras presentan ménsulas que aumentan su carácter enigmático.
La extraordinaria dimensión de las piedras y la perfección en el ensamblamiento de los poliedros con lados y ángulos desiguales, fueron motivo de admiración unánime en todas las épocas, los primeros conquistadores atribuyeron su fábrica a los demonios, los siguientes colonizadores y las generaciones que continuaron, no pudieron explicarse como se hizo ese portento, ahora se dice que los extraterrestres son los que hicieron la obra.
Pedro Sancho de la Hoz, dice:
“La más linda cosa que puede verse de edificios en aquella tierra (el Cusco), son estas cercas, porque son de piedras tan grandes, que nadie que las ve no dirá que hayan sido puestas allí por manos de hombres humanos, que son tan grandes como troncos de montañas… Los españoles que la ven dicen que ni el puente de Segovia, ni otro de los edificios que hicieron Hércules y los Romanos no son cosa tan digna de verse como esto”.

Garcilaso dice:
“La obra mayor y más soberbia que mandaron hacer para mostrar su poder y magestad, fue la fortaleza del Cuzco, cuyas grandezas son increíbles a quien no las haya visto y mirado con atención le hacen imaginar y aun creer que son hechas por vía de encantamiento y que las hicieron demonios y no hombres”.
El primer baluarte es el que ocupa el nivel inferior, está sobre la explanada, presenta las piedras de mayor dimensión, una pesa 128 y otra 90 toneladas métricas; tiene tres puertas, 25 ángulos y 60 lienzos pétreos. Cada poliedro pudo ser colocado en su lugar a través de rampas y labrado con herramientas de mayor perfección.
- Rumipunku: Se ubica al oriente de la explanada  y a menor nivel que ella. Destaca aquí un enorme lienzo pétreo que discurre norte-sur paralelo al riachuelo P’ujru, con un enorme vano de acceso en su porción central. Rumipunku significa Puerta de Piedra, se ignora el origen del nombre, un tanto inadecuado, pues todas las puertas son de piedra. Este grupo arqueológico fue limpiado y puesto en valor a partir de 1968 con sumo cuidado, por varios expertos dirigidos por el Dr. Luis A. Pardo y Arq. Oscar L. de Guevara.
- Las Puertas: El más esmerado de los cronistas es describir Saqsaywaman fue Garcilaso, él dice que en cada cerca casi en medio de ella, había una puerta, agrega que la primera puerta se llamaba Tiupuncu, la que estaba junto al arenal de la explanada; la segunda se llamaba Aqahuanapuncu, y la tercera era Viracochapuncu consagrada al dios Viracocha; indica también que el vano de cada acceso se cerraba con un elemento levadizo. Es indudable que los vanos de acceso, en todas partes, alguna vez son abiertos y cerrados de acuerdo a las necesidades de los usuarios, pero en el caso de Saqsaywaman, aun no han establecido los especialistas cómo pudo ser el funcionamiento de la puerta levadiza.
Al presente se constata en el primer bastión, tres accesos, la del centro se llama T’io Punku; t’io significa saturado de algo, en el caso de explanada estuvo el arenal saturado de agua. En los siguientes dos murallones, se cuentan una docena de accesos, no ha podido establecerse cuál fue la principal en el segundo y cuál en el tercer baluarte.
En cada una de las cercas existen canales de desagüe para el curso ordenado de las aguas provenientes de precipitaciones pluviales. Asimismo, existen canales fónicos para la comunicación oral rápida de planta a planta.
- Muralla, Andenes y Acueductos: En dirección hacia el Sector Norte de la explanada, allí donde concluye la planicie se alza una colina llamada Suchuna o Rodadero. La porción occidental de esta colina hasta hace pocos años, parecía ser simplemente eso, pero al excavar, surgieron sorpresas tras sorpresas, se trataba de un conjunto de andenes semiderruidos, paramentos y terraplenes que cubrían todo el morro hasta la cumbre, asociados con acueductos y otras unidades arqueológicas.
La línea limítrofe entre la explanada y Suchuna corresponde a un muro parecido a los bastiones del lado opuesto de la explanada, aunque de menores proporciones.
- Rodadero o Suchuna: Tal el nombre de la colina que queda hacia el lado norte de la explanada. Geológicamente es una formación natural de diorita, roca de origen ígneo que emergió modulando en su superficie combaduras y estrías a manera de toboganes. Allí aparecen labradas muchas tianas y algunas paredes, más cimientos de recintos.
- El Trono del Inka o Kusilluj Jink’anan: Traducidas estas palabras quechuas corresponden a “donde se empina el mono”. Se trata de una sucesión de escaños, labrados en la roca diorita in situ con profundo sentido estético, está en la porción oriental de la colina o Suchuna, en altura dominante hacia el lado del riachuelo.
- El Baño del Inka: Corresponde a una fuente posiblemente destinada a la liturgia, asociada a un acueducto, hornacina, escaños y recintos vecinos de los que sólo hoy quedan los cimientos.
- Los Anfiteatros: Uno pequeño se ubica al norte del tobogán más largo, mediando una distancia apenas de media cuadra; el otro, de mayor envergadura, está al oriente del tobogán más largo, a algo más de cien metros. En ambos casos se trata de nichos incompletos trazados en sucesión en una pared semicircular, como rodando un tolmo central. Debieron ser adoratorios y no anfiteatros.
- Chincanas: Son dos; la pequeña junto a Warmi K’ajchana, de corta longitud, es un pasaje subterráneo que permite el paso de personas en actitud casi reptante. La grande, está más al norte, debajo de un gran roquedo de caliza que la leyenda califica como la piedra cansada, este pasaje subterráneo está inundado y no es posible ingresar en él. El geólogo Dr. Carlos Kalafatovich dice que estos túneles llamados chincanas (donde se pierde) corresponden al socavamiento por acción de las aguas subterráneas que circularon por grutas y planos de estratificación de la masa de caliza, durante la época pleistocénica, por consiguiente no son obra de los incas.
- El Trono del Inka: Distinto a K’usilluj Jink’inan, son escaños labrados en el flanco norte de la llamada Piedra Cansada, escaños realizados con sentido estético religioso, parecen las hornacinas en un retablo de culto católico por su simetría. Debió ser uno de los muchos adoratorios mencionados por Polo de Ondegardo.
- La Piedra Cansada: La tradición registra la versión de una inmensa piedra, que por su volumen gigantesco y peso, no pudo ser conducida al final de su destino, y en términos figurados dicen “sayk’usqa” o cansada. Es innegable que en Ollantaytambo, Saqsaywaman y otros centros importantes, los trabajos de edificación continuaban cuando se produjo la guerra entre Waskar y Atawallpa que los interrumpió, quedando muchas rocas semielaboradas, en medio camino. Garcilaso y Cieza de León dedican largos comentarios a la Roca Cansada que arrolló mucha gente al rodar y no pudo más ser movida.
Al norte de todo el grupo de Saqsaywaman, existe un gran roquedo de caliza, in situ, en cuyo flanco norte está el Trono del Inka, y en su base porción oriental está la entrada a la Chincana Grande, roquedo que equivocadamente es señalado como pieza que no llegó a su destino, porque es roca in situ. Contiene en su porción superior muchos escaños, escalinatas, salientes cilíndricas verticales (Intiwatana), tallados caprichosos y poco profundos (como el llamado Pie Gigante). Debió ser importante Waca en el Incanato.
b) Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
La palabra Q’enqo significa laberinto, torcido, con muchas vueltas; es el nombre de dos grupos arqueológicos cercanos el uno al otro, que tienen como base enormes afloramientos de roca caliza de la formación Yuncaypata. Al mayor se le denomina Grande, y al otro, Chico; el primero ocupa el nivel superior y está más al oriente, la distancia que los separa es apenas de 150 m. En tiempos del Incario no tuvieron ese nombre. En la relación de Ceqes y Waqas de Polo de Ondegardo no aparece esa palabra; la denominación fue adscrita al monumento en la etapa Republicana de la Historia del Perú.
Todo el conjunto se ubica sobre el cerro que queda al oriente de la ciudad, cerro que hoy se llama Socorro y en el Incanato pudo llamarse Mant’ojlla o Mantacolla; están a más de doscientos metros de altura con relación al valle del Cusco, sobre el camino que conducía al Antisuyo.
Los conjuntos descritos indudablemente fueron santuarios muy importantes en el Incanato. Los saywas y suqanqas (gnómones líticos) que los conquistadores vieron en el barrio de Toq’okachi posiblemente estuvieron en Q’enqo, ambos sitios corresponden hoy a la parroquia de San Blas. La momia de Pachakuteq y parientes que halló Polo de Ondegardo en Toq’okachi posiblemente estuvo alojado en Q’enqo.
Lo que hoy queda de Q’enqo (y en el resto del parque) son enormes rocas labradas que ya no pudieron destruir los españoles, ya no están los recintos, los depósitos, los baños litúrgicos, no queda pared alguna completa, poco queda de senderos y acueductos; y aquello que no pudieron destruir y aun hoy se exhibe, es sin embargo colosal, y se sintetiza en lo siguiente:
- El Intiwatana.
- La Canaleta zigzagueante.
- El Anfiteatro y el Tolmo o Tormo.
- La Sala de los Sacrificios.
- Escaños, acueductos, labrados cual engranaje, callejas y cortos andenes.
- El Intiwatana y Observatorio Astronómico está en la parte superior del gran roquedo, constituido por dos prominencias pétreas de forma cilíndrica que se yerguen verticales sobre un pedestal cuasi elíptico, todo in situ labrado en la porción superior de la roca. Constituyen el gnomon lítico de los incas, allí los amautas medían el tiempo, establecían las estaciones, solsticios y equinoccios, al mismo tiempo que los sacerdotes rendían culto al Sol, a la Luna, a Venus y las Estrellas.
- La Canaleta zigzaguenate está muy cerca al Intiwatana, parte de un pequeño hoyo, se desplaza hacia abajo en plano inclinado y línea quebrada, luego se bifurca, una de las ramas conducía el liquido puesto a circular hasta la Cámara Subterránea o Sala de los Sacrificios. El líquido pudo ser chicha consagrada o sangre de seres sacrificados a los dioses. A pocos pasos del punto donde se origina la canaleta, hacia el norte, existen dos figuras labradas en la roca, es un ave más un pequeño mamífero parecido al castor.
- El Anfiteatro y el Tormo, ocupan espacio considerable, están delante y hacia el oriente del gran roquedo; son diecinueve grandes nichos u hornacinas incompletas, en un lienzo pétreo semicircular de 55 m. de largo. Presidiendo el anfiteatro, delante de la pared curva y dejando apreciable área libre, está el tormo de seis metros de altura, sobre un sólido pedestal rectangular, monolito que notoriamente muestra haber sido gigantesca escultura, tiene rastros de haber sido duramente golpeado por los extirpadores de idolatrías que optaron por desfigurar el gran ídolo esculpido en roca in situ; todavía se aprecia en la erguida roca modulaciones zoomorfas.
Esto que llaman ahora anfiteatro, en el Incanato fue un enorme templo para ceremonias públicas; los que ahora parecen ser asientos, por estar incompletos, son las bases de grandes nichos u hornacinas contenidos en un alto muro, es fácil deducir formas y dimensiones haciendo un análisis comparativo con lo que en la actualidad se tiene en Tampumachay, la plaza de Qollqanpata, Chinchero, Tarawasi, Ollantaytambo, Pisaq, etc. Este ámbito estuvo cerrado y el tránsito se realizaba por la entrada de doble jamba asociada a recintos que están en la porción noroccidental del conjunto. Cada hornacina fue sitio de entidades a las que se rendía culto, pudieron ser mallkis, wayqes, otros ídolos u objetos, a manera de descansos rituales.
- La Sala de los Sacrificios es una cámara subterránea hecha en la parte interna, porción baja del gran roquedo, de manera que, techo, suelo, paredes, mesas, alacenas y vanos están labrados en una sola gigantesca roca.
La sólida mesa pétrea de la cámara subterránea pudo haber sido utilizada para embalsamar cadáveres de los orejones y también como lugar de sacrificios humanos y de llamas. La mesa está asociada a escalones y alacenas. Un angosto pasaje descendente conduce a un oscuro sótano.
- Q’enqo Chico exhibe escalones, escaños, nichos, acueductos, tiene forma casi circular y sus contornos muestran murallas que debieron ser mucho más altas de lo que hoy se ven.
c) Laqo.
Laqo es palabra quechua, significa alga de río; difiere de Lak’o que significa hacer equivocar. Un grupo arqueológico perteneciente al Parque de Saqsaywaman se llama Laqo, nombre impuesto en los últimos tiempos, pues, ni la tradición ni los documentos de siglos atrás lo consignan.
Se ubica en el cerro llamado Socorro, al oriente de la ciudad del Cusco, a un kilometro al oriente y arriba de la carretera de circunvalación que une la ciudad con Saqsaywaman, está sobre el antiguo camino inca que conducía al valle de Vilcanota. Al suroeste de Laqo y a sólo kilómetro y medio de distancia está Q’enqo, distancia que corresponde a sendero de peatones. Por Q’enqo discurre la carretera asfaltada que conduce de Saqsaywaman  a Pisaq.
Laqo es una colina pétrea de roca caliza gris festonada, se eleva sobre una planicie; en su porción central esta colina presenta una profunda disyunción aprovechada como pasadizo subterráneo. Fue otro de los celebrados adoratorios incaicos cuyo nombre hoy se ignora, debe corresponder a una de las 350 waqas mencionadas por Polo de Ondegardo y el padre Bernabé Cobo. Sufrió devastación junto con toda la zona, hoy sólo queda el enorme roquedo con sus tallados. La talla en la roca muestra:
- Un Intiwatana.
- Dos ambientes o grandes grutas.
- Esculturas de animales.
- Graderías, escaños, alacenas, tragaluces y senderos.
- ¿Pinturas rupestres?, ¿Elefantes?
- En la parte superior de la colina de caliza, porción sur, entre molduras diversas aparece una prominencia cónica vertical con superficie plana en derredor; se trata de un observatorio astronómico y mochadero (lugar de adoración).
- Existen dos ambientes labrados en roca; sólo para fines de descripción los llamaremos, el primero, y el segundo. El primero corresponde a una galería a nivel de la explanada exterior, en la porción occidental del gran roquedo, de angosta entrada exornada por escalones labrados en la roca in situ; ingresando hacia el lado izquierdo existe un cubículo labrado en la roca de forma hexaédrica regular capaz de cobijar a muchas personas; en el interior existen diversas molduras formando alacenas, cornisas, etc. Afuera de esta galería, junto al vano de acceso, existe una roca suelta de forma paralelepípeda, plana, parece corresponder a la pieza que cubría el vano cuando se deseaba cerrar la puerta. Delante de ésta aparece la boca de un canal subterráneo de agua. El segundo ambiente se ubica a la derecha subiendo una amplia escalinata irregular; ingresando, a la altura de la cabeza de una persona adulta, lado derecho, aparece una boa tallada en la roca, se desplaza horizontalmente con una longitud de 4.65 m. de los que 0.25 m. corresponde a la cabeza; ingresando, hacia el lado izquierdo y abajo aparece la escultura de un mamífero que ya no tiene cabeza, su longitud es de 0.90 m. incluyendo la cola. El interior es un complejo de plataformas, alacenas, asientos, etc.
- En la cumbre de la colina pétrea, asociado a escaños, existen esculpidas en la roca figuras de dos aves, muy similares a las que existen en Q’enqo más un mamífero, están sin cabeza.
- En todo el gran roquedo y aledaños, hay graderías, senderos, alacenas, tragaluces en los recintos; todo el conjunto da idea de haber cobijado densa población, y que la acción depredadora ha dejado solamente el casco, aquello que no pudo ser destruido por estar adscrito a tremendas formaciones naturales de la roca.
- Hay personas que creen ver en el flanco suroccidental del gran roquedo, modulaciones de elefantes, son abultamientos o combaduras que con un poco de imaginación dan idea de un paquidermo parado y otro recostado al interior. En América no hubo elefantes, pero en épocas prehistóricas existió el mamut.
Asimismo, algunas publicaciones informan pinturas rupestres en los ambientes, no existen estudios serios al respecto.
d) K’usilluchayuj.
K’usilluchayuj en castellano significa “que tiene mono”. Es el nombre de otro adoratorio muy similar a Laqo, se ubica sobre el camino inca que conducía al valle de Vilcanota, entre Laqo y el barrio de San Blas, de la ciudad del Cusco, la distancia entre uno y otro grupo arqueológico no es mayor a 300 m.; es el más cercano a Cusco en relación a Laqo, pero ambos están en términos generales más o menos a 300 metros de altitud respecto a la plaza principal de la ciudad del Cusco.
En la porción suroccidental de todo el conjunto, existe un tolmo idéntico al de Q’enqo, pero de menores dimensiones, su forma da idea de un sapo de casi dos metros de altura en cuya espalda hay figuras en alto relieve que representan monos y ofidios. En este monumento hallamos una fuente litúrgica con vertedero de dos canaletas (está sobre el camino), más porciones incompletas de canales de conducción de agua, discos pétreos labrados con perfección, alacenas, un monolito fuertemente golpeado parece que represento un felino; un rebajamiento labrado con sólo centímetros de profundidad, de forma elíptica parecido al de Saqsaywaman. Llama la atención la abundante representación de monos, pues, incluso en la espalda del tolmo de Q’enqo quedan vestigios de figuras de monos.
e) Lanlakuyuj.
La palabra Lanlaku significa “faramalla”, “travieso”, “espíritu maléfico”, “duende”; y el sufijo yuj denota pertenencia; se interpreta como “Que tiene espíritu maléfico”. Esta denominación le fue asignada en el siglo pasado a un enorme afloramiento de roca caliza, sobre el que hay muestras de arte e industria de los antiguos peruanos.
Lanlakuyuj se ubica al lado izquierdo de la vía asfaltada que conduce a Pisaq (subiendo), a un kilometro de distancia de Q’enqo, a dos de Saqsaywaman y a cuatro o más o menos de la ciudad del Cusco. Las grietas y oquedades producidas en la base del roquedo, por acción del anhídrido carbónico de las aguas de lluvia al descomponer la caliza, fueron aprovechadas para modular sótanos. Todo el conjunto es un laberinto de grutas y pasadizos semioscuros. Los interiores están trabajados, no son simples grutas naturales, hay alacenas, escaños, escalinatas, cornisas y muchas de las paredes están pulidas,
Hacia el lado occidental y fuera del roquedo, quedan estructuras correspondientes a recintos. En el lado sur queda un muro que zigzaguea, hecho de piedras grandes de forma irregular, con muchos lados y ángulos que ensamblan con perfección, es similar a los baluartes de Saqsaywaman.
Lanlakuyuj fue otro de los importantes centros religiosos en el Incanato, con figuras de dioses con nobles embalsamados, con wayqes (dobles o retratos en metal) servidos por panakas, con muchos recintos y plazas y numeroso personal de servicio.
f) Pukapukara.
Pukapukara significa Fortaleza Roja. El grupo arqueológico de Pukapukara se ubica sobre la carretera asfaltada que conduce a Pisaq, distante 7 km. desde la ciudad del Cusco, altitud de 3580 msnm.
Hacia el lado occidental del conjunto se halla la fachada del complejo arquitectónico, sobre un área libre a manera de pequeña plaza, al lado opuesto el edificio se levanta a considerable altura del piso debido al desnivel del terreno. Se ubican recintos, plazas interiores, baños, acueductos, atalayas y un camino antiguo fácilmente reconocible. Los edificios están hechos de piedras entre medianas y pequeñas, la superficie externa de los poliedros es ligeramente rugosa a diferencia de otros grupos arquitectónicos. La disposición urbanística es sumamente adecuada y funcional.
g) Tanpumach’ay o Tambomachay.
Tanpu corresponde a alojamiento colectivo con todo lo necesario para albergar mucha gente que morará corto tiempo. Mach’ay significa lugar de descanso. El nombre le viene desde la época Inka; felizmente Polo de Ondegardo captó datos inconfundibles al enumerar Adoratorios y Waqas que habían en el camino al Antisuyo, dice refiriéndose al primer ceque:
“La novena guaca se llamaba TAMBOMACHAY, era una casa de Inca Yupanqui, donde se hospedaba cuando iba de caza. Estaba puesta en un cerro cerca del camino de los Andes, sacrificábanle todo excepto niños”.
Efectivamente la casa está puesta en la falda de un cerro y está cerca y no junto al camino principal que conducía al Antisuyo. La tradición conoce a este monumento como el “Baño de la Ñusta” debido a la especial circunstancia de existir dos acueductos que llevan aguas límpidas todo el año, vienen de ignotos lugares conocidos sólo por los constructores, el volumen es uniforme, el líquido se junta para caer por un vertedero a lo que tuvo que ser una fuente litúrgica.
El lugar está a 8 km. del Cusco, a un kilómetro de Pukapukara, a 3.700 msnm en la cabecera del cerro Cebolla Wayqo, sobre vía asfaltada.
El edificio esta adosado al cerro y tiene tres corredores o terrazas que son sucesivos de abajo a arriba, equivale por tanto a tres pisos. Las construcciones son de óptima calidad, con poliedros irregulares muy bien ensamblados, sin mortero de barro, piedra entre medianas y grandes con la cara externa lisa y convexidad mínima; las paredes tienen una ligera inclinación hacia adentro y presentan nichos u hornacinas grandes y amplias, de dos metros de altura término medio.
El conjunto está precedido de una sola muralla hecha de grandes piedras bien encajadas con superficie algo rugosa. Frente al edificio principal, en el lado oriental del conjunto, se alza un torreón de planta circular, en la actualidad está incompleto en su porción superior.
h) Llaullipata.
Llaulli es el nombre de una pequeña planta nativa, de bellas flores en campanilla, que crece espontáneamente en la sierra peruana. Pata significa sitio. Es así que Llaullipata significa o indica el lugar donde crece el vegetal mencionado.
Es el nombre de un fundo o predio rústico ubicado a continuación y al noroeste de Saqsaywaman propiamente dicho y dentro del Parque Arqueológico de Saqsaywaman. A decir por los propietarios del inmueble, el nombre de Llaullipata aparece en documentos del s. XVI, en tal virtud, se deduce que el topónimo viene desde la época Inka.
El fundo Llaullipata tiene forma alargada, con eje longitudinal de noroeste a sureste, dividido transversalmente por el riachuelo Chacan, en la parte media; los terrenos que quedan al noroeste a partir del riachuelo, son propiedad de la Comunidad Campesina de Chacan, la otra porción suroriental se ha dividido en tres lotes a manera de franjas.
Conviene aclarar que todo el territorio que corresponde al Parque Arqueológico de Saqsaywaman y por consiguiente al fundo Llaullipata es un solo y enorme repositorio arqueológico, en las cortas porciones planas a manera de franjas en meseta de la parte alta y suroriental del fundo Llaullipata, a un centenar y más de metros de altitud, existen otros conjuntos arqueológicos menores, consistentes en cortos andenes, acueductos y restos de recintos antiguos; pero el monumento más importante de este lugar es el ubicado exactamente sobre el riachuelo Chacan, encajonando el caudal hídrico, en el que se distinguen las siguientes partes:
a) Un gigantesco bloque de roca caliza al lado izquierdo del riachuelo, que obliga hacer una curva al cauce hídrico, roquedo labrado en todas sus partes externas, donde los antiguos peruanos esculpieron escaños (tianas) de diversas dimensiones y muchas molduras enigmáticas. A media altura y en la porción suroccidental del roquedo aun se conserva una prominencia lítica labrada en el mismo bloque, que tiene forma cilíndrica (con ligera tendencia a cónica truncada en el vértice o porción superior) con proyección vertical.
b) Hacia el lado derecho del riachuelo, el mismo que va encajonado, en otro roquedo avecindado con el comentado anteriormente, aparece otra prominencia lítica, cilíndrica y vertical; debieron formar parte de un juego o sistema de gnómones líticos de un observatorio astronómico, que al mismo tiempo tuvo que haber sido adoratorio.
c) Al oriente del gran roquedo y a sólo pasos de distancia, corre un largo muro longitudinal a la quebrada, con algunas porciones en muy buen estado de conservación, muro de poliedros líticos irregulares pero bien ensamblados, con la conocida disposición arquitectónica de varias piezas alrededor de una central, particularidad del estilo celular y también del semiciclópeo. Los constructores aprovecharon algunos roquedos in situ, para trabajarlos de manera que formen parte de la pared, y en sus rebordes acoplaron piedras muy bien logradas, dando uniformidad y contenido estético al paramento. Se aprecian cimientos y sobrecimientos de una corta pared transversal que corría uniendo el roquedo y el muro.
d) Un hermoso acueducto en los roquedos y paramentos del lado derecho del riachuelo (aguas abajo). Hay andenes en malas condiciones, existen claros vestigios de haber estado el riachuelo encauzado.
Llaullipata fue el centro de un sector religioso, un adoratorio importante, con campos de cultivo y muchas casas en sus alrededores, incluida la zona de Chacan. Tiene la particularidad de estar ubicado en las cabeceras del riachuelo principal de la capital Inka.
i) Chacan.
 En quechua Chacan o Chakan, significa “puente”, nombre de data prehispánica originada en la circunstancia de existir en el lugar, cerrando la quebrada, un gigantesco bloque de caliza con dimensión de montaña, en cuya porción central e inferior ofrece un túnel natural que deja pasar las aguas del riachuelo del mismo nombre (Chacán), y en su cima, los antiguos habitantes del lugar construyeron un sólido acueducto, sirviendo por consiguiente el gigantesco roquedo, de puente para el paso de la gente y del acueducto.
Esta descomunal roca que cierra la quebrada, ofrece hacia el lado norte, una cara lisa y de sorprendente verticalidad, en la porción central de ella, aparece una fisura con sucesivos resquebrajamientos, fisura que se proyecta en trazo oblicuo para desaparecer en el túnel. En los bordes superiores del roquedo se aprecian hileras sobrepuestas de sillares, al canto mismo. En el tercio superior del enorme roquedo existe una gruta a la que se ingresa por el lado superior y occidental, que forma algo así como un balcón, o emplazamiento a manera de púlpito,   con vano de forma triangular, con pretil o baranda labrada en la misma roca, hacia el borde.
Por encima del gran roquedo discurre un importante acueducto inca y un camino de aquella época. Siempre en la porción superior del roquedo y hacia el lado sur, aparece una porción de la roca caliza, labrada artísticamente por los antiguos, expresando el signo escalonado, es como un triángulo escalonado y con vértice trunco, de 2.50 m. de altura, que hacia el borde oriental ofrece cinco peldaños, y lo que le continúa en la base son dos hileras horizontales de sillares.
En los terrenos de la Comunidad Campesina de Chacán se aprecian muchos andenes, algunos en estado de destrucción y otros en uso.

El conjunto arqueológico de Chacán se ubica al norte y arriba de Llaullipata, sobre el mismo riachuelo y a sólo 600 m, de distancia. 

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