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domingo, 13 de noviembre de 2016

TIPON: INGENIERIA HIDRÁULICA. OBRA MAESTRA DEL IMPERIO INCAICO

TIPON:
INGENIERIA HIDRÁULICA. OBRA MAESTRA DEL IMPERIO INCAICO

1.0 INTRODUCCIÓN
El proyecto de investigación paleohidráulico de Tipón se llevó a cabo durante el mes de septiembre del 2000. Se concedió permiso mediante oficio del secretario general del INC, Cuzco, Sr. Javier Lambarri Orihuela y Resolución Directoral No. 344-INC-C-2000.suscrita por el Director Departamental Arq. Gustavo Manrique Villalobos, el 7 de septiembre del 2000.El proyecto incluyó una investigación de campo y de laboratorio especializado en paleohidráulica y características especiales de Tipón., El trabajo se ejecuto mediante el registro del teodolito en el área y la cartografía de los sistemas acuíferos, así como la medición de detalles relacionados al manejo del agua como los canales, las fuentes y las cuencas.

 ación y Descripción: del Asentamiento Arqueológico Tipón es parte del Parque Arqueológico de Tipón, el cual se ubica aproximadamente a 20 kilómetros al este del Cuzco en el valle del mismo nombre en una elevación aproximada de 3, 350 a 3, 960 metros sobre el nivel del mar. El asentamiento se encuentra en una latitud 13° 34' al sur del Ecuador y a una longitud 711 47' al oeste del meridiano de Greenwich. El parque arqueológico de Tipón está localizado en la provincia de Quispicanchis en el departamento de Cuzco. En términos de la jurisdicción comunal, Tipón es parte de la comunidad de Choquepata. A su vez, en referencia al valle del río Huatanay, se encuentra en la margen izquierda y en términos de niveles ecológicos, está situado en las zonas de Puna y Queswa. Los límites pueden ser identificados en el Mapa Nacional 28S-IV-EN-1972 (Cumpa, 1999). Para información hidrográfica, el lector debe ser referido a la Carta Nacional "Cuzco," HOJA 285.Escala de 1:100,000 del mapa topográfico. Para ver la relación del asentamiento con San Jerónimo, Saylla y Oropesa.

1.2 REFERENCIA HISTÓRICA:
La denominación de TIPÓN según el Dr. Luis A. Pardo pudo derivar de la palabra quechua  Timpuj, que significa hirviendo, posiblemente relacionado al brote del agua en las fuentes  (Pardo 1957).
En el valle de Pinagua (Tipón) se encuentran diversos testimonios arqueológicos dejados por sociedades humanas que se establecieron a lo largo del  valle, desde los Marcavalle 1,200 años a.C., Chanapata, Waro, Qotakalli, Wari, Killki, Inka hasta los invasores españoles; en este Valle se puede apreciar una de las obras más grandes de arquitectura Inka, con sistemas de riego, conservación de suelos a través de terrazas y sistemas de caminos que articulan a las diferentes regiones del Tawantinsuyo y lugares sacralizados.
Rostworowski afirma que en la zona del Cusco, las etnías que ocuparon la región antes de la llegada de los grupos de Manco y los propios comienzos de los incas corresponden al Intermedio Tardío o Killke, nombre de una cerámica de baja calidad artística que predominó durante dicha época, y a manera de hipótesis la identifica como pertenecientes a los grupos ayarmacas, cuyos jefes étnicos tenían por nombres genéricos Tocay Capac y Pinahua Capac[1]
La misma autora indica, que en las crónicas, al lado de Tocay Capac es mencionado otro curaca llamado Pinahua Capac. Los ayllus pinahuas eran afines al grupo de los ayarmacas que formaban la dualidad andina. Durante la colonia existían dos ayllus pinahuas, uno en el distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis, y el otro en Guayllabamba, cerca del valle de Yucay. Espinoza en documentos publicados de 1539-1571, hace referencias a diversas tierras que pertenecían a los pinahuas. Sus territorios se extendían al Sur de San Jerónimo, desde Angostura hasta el río Vilcanota y la laguna de Muyna[2]
La información etnohistórica nos muestra en parte algunos hechos históricos que se dieron el en Valle de Pinagua:
En la Cédula de Merced otorgada por Francisco Pizarro se hace referencia a los Pinagua.
“La Comarca nuclear de los Pinagua comprendía desde Angostura, hasta la desembocadura del río Huatanay, en el Vilcanota o Wilcamayo, en el lugar llamado Huamputio o huambutio; en dichos terrenos los pinagua sembraban ocas, papas, maíz y otras semillas que los documentos no detallan”  (1539:6)
La información que nos da la Cédula de Merced, puntualizan que la etnía Pinagua estuvo establecida en el especio que comprende desde Angostura hasta el actual poblado de Huambutio, así mismo indican que habría aposentos en al margen izquierda del río Huatanay (que posiblemente se refiera a Tipón).
Por otra parte Cieza de León hace referencia al camino principal que articulaba el Cusco y la región del Qollasuyo, camino que estuvo construido sobre bofedales, probablemente se refiere a los pantanos de los Valles de Pinagua y Lucre, indicando lo siguiente:
“Digo pues, que saliendo de Cuzco, por el camino real de collasuyo, se va hasta llegar a las angosturas de Mohina, quedando a la siniestra mano los aposentos de quispicanche; va el camino por este lugar, luego que salen del Cuzco, hecho de calzada ancha y muy fuerte de cantería. En Mohina esta un tremendal lleno de cenegales, por los cuales va el camino hecho en grandes cimientos, la calzada de susodicha. Hubo en Mohina grandes edificios; ya esta todos perdidos y desechos. Y cuando el gobernador don Francisco Pizarro entro en el Cuzco con los españoles, dicen que hallaron cerca de estos edificios, y en ellos mismos mucha cantidad de plata y de oro, y mayor de ropa de la preciada y rica que otras veces he notado y algunos españoles he oído decir que hubo en este lugar un bulto de piedra al tallo de un hombre, con manera de vestidura larga y cuentas den la mano, y otras figuras y bultos. Lo cual era grandeza de los ingas y señales que ellos querían que quedase para en lo futuro; y algunos eran ídolos en que adoraban”[3].
Así mismo se tiene otras informaciones respecto a la zona de estudio:
El cronista mestizo, Garcilaso de la Vega, relata: "El cual dio lugar a la determinación del hijo, porque sintió inclinada a su deseo toda la corte, que era la cabeza del reino; y por evitar escándalos y guerras civiles y particularmente porque no pudo más, consintió en todo lo que el príncipe quiso hacer de él. Con este acuerdo trazaron luego una casa real, entre el angostura de Muyna y Quespicancha, en un sitio ameno (que todo aquel valle lo es), con todo el regalo y delicias que se pudieron imaginar de huertas y jardines y otros entretenimientos reales de caza y pesquería; que al levante de la casa pasa cerca de ella el río de Yucay y muchos arroyos que entran en él". Angles asume que el lugar identificado por Garcilaso corresponde a Tipón (Angles: 1970)
El Dr. Alfredo Valencia Z. Indica sobre la historia y función de Tipón lo siguiente: “Tipón pertenece al Imperio Incaico  y que es probable que fue construido en los tiempos de Pachacuti, o de su hijo Amaru Inca Yupanqui. Es posible que el tipo de propiedad sea una forma feudal incipiente o sea patrimonio de la realeza incaica. Además aquí se realizaban actividades económicas y ceremoniales. Cruzmoqo, Intiwatana, la Plaza Ceremonial y la Fuente parcialmente son lugares ceremoniales (...) Las terrazas centrales de Tipón, hipotéticamente fueron utilizadas con propósitos de estudios agrícolas debido a su construcción especial”[4] .
El Arqlgo. Carlos Delgado  manifiesta acerca del sitio arqueológico de Tipón que tuvo una ocupación continuada desde el Período Intermedio Tardío por las evidencias de  cerámica Killke y Lucre continuando en el período Inca, Colonial e inclusive contemporáneo. La ocupación en el Período del Intermedio Tardío se debió dar principalmente en las partes altas, como Cruz Moqo y Pukara, asociados a los sitios arqueológicos del cerro Pachatusan.
La ocupación en el período Inca, estuvo mayormente situada en las partes bajas e intermedias como lo demuestran los sectores de Sinkunacancha, Intiwatana y Andenes principales de Tipón, pero manteniendo el control de las partes alta y media alta, como en el caso de Pukara para el control de la toma de agua de Ñawimpujio y la distribución de aquí a los diferentes sectores agrícolas y urbanos de la parte baja.
Kennet R. Wright, P. E., L. S. menciona lo siguiente: “En conjunto, Tipón es una maravillosa obra de ingeniería civil, que funcionaba integralmente antes de que Colón viajara hacia América. El sitio arqueológico de Tipón es un predio amurallado de 200 hectáreas que sirvió como residencia de la nobleza inca (...) Su dramático punto focal es un conjunto de trece largas e integradas terrazas centrales que descienden escalonadamente por una quebrada, sostenidas por paredes de piedras bellas y cuidadosamente diseñadas, consideradas entre las más finas de todo el Perú. En la parte más alta de la quebrada, el agua del perenne manantial que da vida a Tipón brota de la base de un depósito de roca volcánica donde los incas realizaron obras de captación. El manantial tiene una ubicación ideal para proporcionar agua de riego por gravedad a casi todas las terrazas centrales….”[5]







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SITIO ARQUEOLOGICO DE TAMBOMACHAY -CUSCO

TAMBOMACHAY
UBICACACION
Tambomachay se encuentra a 8 Km. del Cusco y a 1 Km. de Puca-pucará, ubicado en las faldas de un cerro cerca del camino principal al Antisuyo. El nombre proviene de dos palabras quechuas: Tampu, que significa alojamiento colectivo y Mach´ay, que significa lugar de descanso.

También se le conoce como el Tambo de la Caverna y ocupa un área de 437 metros cuadrados, ubicados sobre los 3,700 metros de altitud.
ANTECEDENTES
Antecedentes  del sitio de Tambomachay
Entre las informaciones etnohistorias  para el sitio arqueológico  de Tambomachay  se tiene al cronista  padre Bernabé  cobo quien en el capítulo  XIV, hace una relación  de los adoratorios  y, guacas  existentes  en el camino del antisuyo  en el primer  ceqe  llamado collana,a cargo  de Zubzupanaca ayllu, donde la novena  se llamaba Tambomachay era una casa del INCA-YUPANQUI donde se hospedaba  cuando iba a caza .estaba puesta  en un cerro cerca del camino  de los andes  sacrifibanle de todo  excepto niños
Otras de las guaca se decía  QUINUAPUQUIO:era una fuente cabe Tambomachay  que se compone de dos manantiales .haciancele  sacrificio universal fuera de niños .este adoratorio correspondería  a las do fuentes  que actualmente  existe  en el  mismo monumento  de Tambomachay.
En 1911 fue conocido  por  Hiram Bingham; existente  referencias  publicadas  sobre  el sitio  arqueológico  en 1922 y 1925;por José Uriel García ;en 1923 por Guillermo lazo en 1924  José Gabriel Cosio en  1922   por Antonio  Lorena ; en 1957 Luis a. pardo escribió y  público sobre Tambomachay. Existe una fotografía  tomada por Rafael LarcoHoyle  en su obra  publicada en 1935 así también ,hay una fotografía  tomada realizada por un viajero desconocido  que fue publicada  por la revista Perú-London no debemos  olvidar  las menciones  de dos viajeros e investigadores  del siglo pasado  E.W.Middendorf en su obra “Perú III” y del estudioso  George  Squier  en su obra “un viaje por  tierras incaicas, crónica de una expedición arqueológica (1863-1865)”
 Desde 1974  el proyecto per-39(copesco,unesco-inc), y los realizados  por la unidad especial  ejecutor  del sub proyecto  puesta en  valor  de ,monumento  de plan- copesco - inc. realizaron del 13 al 22 de mayo  del 1974 en el que participaron  en este proyecto  Alfredo Valencia  Zegarra ,ArmindaGibaja  y Raymundo  Béjar Navarro, bajo la dirección  de José Luis Lorenzo.
Las excavaciones  arqueológicas  en el sitio  genero  el surgimiento  de una  serie de problemas  arqueológicas  especialmente  de orden  cronológico  se  efectuaron diez calas  de excavación  en sitios previamente  escogidos  con objetivos específicos ,enmarcados  dentro de la necesidad  de conocer  la profundidad  cultural del sitio el contexto estratigráfico  y lograr datos  de tipo estructural  arquitectónico .La excavación  arqueológica nos proporcionó  datos importantes  para los trabajos  posteriores  de restauración  tales como la ubicación  del piso original  que permitió  la consolidación  de toda la zona  y en base  a esta  información  restituir  los andenes  1y2, y recintos  de la parte  superior  y el sector  pucara  del torreón  así como  recuperándose  elementos  líticos  que facilitaron  la indicada  restitución . Cronológica y cronológicamente  se ubica  en la época  inca  relacionada  con la cerámica.
Tambomachay por las excavaciones arqueológicas ,y los documentos  históricas(cronistas ),la arquitectura  y artefactos  asociados ,corresponden  a la época  incaica ,viéndose  cumplido una función hidráulica  importante  y una función religiosa  como huaca sagrada  del antisuyo
De acuerdo a lo que indica su nombre, se pueden apreciar en los alrededores la existencia de cavernas (machay), sitios que conforme a la tradición indígena, fueron objeto de veneración o prácticas mágicas.
ARQUITECTURA
La edificación fue totalmente construida en piedra labrada y está conformada por cuatro muros o terrazas escalonadas adosadas al cerro, hechos en base a poliedros irregulares muy bien ensamblados. Presenta cuatro grandes nichos u hornacinas trapezoidales de dos 2 metros de promedio. Frente al edificio hubo un torreón circular que debió tener fines de defensa y comunicación.
Existe la presencia del "Baño de la Ñusta" o "Balneario del Inca", compuesta de dos acueductos que transportan agua limpia durante todo el año, y que vierten sus aguas en una pequeña poza de piedra. Esta poza tuvo que ser una fuente litúrgica, donde el inca rendía culto al agua con los grandes del Imperio.
LAS FUENTES DEL AGUA
El "Baño de la Ñusta" tiene mucha similitud al de Ollantaytambo, de piedras perfectamente ensambladas, con reborde tallado y canaletas para el desagüe. Aunque hoy es una obra a cielo abierto, los cimientos parecen indicar que originalmente fue un recinto cerrado. El agua ingresa a la poza por dos canales artísticamente tallados en la roca. Se ingresa a través de cuatro andenes de pórtico trapezoidales de doble jamba.

"Todo hace suponer que el lugar donde se encuentran las ruinas haya sido una de las residencias favoritas de los incas, como un balneario de reposo, a la vez que uno de los pilares del sistema defensivo del valle del Cusco. También se halla unido a la tradición imperial de Pachacútec y Túpac Yupanqui".  (Arqueólogo García Rossel
Es ineludible establecer una similitud entre la cultura japonesa y el mundo andino prehispánico en lo referente a la relación del paisaje y la arquitectura tradicional. En el caso específico de los baños públicos, ambas culturas establecieron una relación entre el agua, lo espiritual y el paisaje. Sin embargo, y talvez por que las lluvias son menos pródigas en la semi árida cordillera andina que en el boscoso archipiélago japonés, los baños en el imperio Inca pertenecieron a un ámbito más circunspecto, un círculo asociado a lo divino y lo sagrado y vinculado al culto al agua. Por ello, según Fernando y Edgar Ellorrieta, es notorio que de los cerca de trescientos cincuenta adoratorios que circundaban la ciudad del Cusco en Perú, noventa y dos fueran destinados al culto de manantiales y fuentes de agua.

Impresionantes trabajos de ingeniería y fina arquitectura asociados a las fuentes pueden ser encontrados en
Tipón, Ollantaytamboy Machu Picchu entre otros y los baños del Inca en Cajamarca eran considerados un lugar de descanso del soberano del incario. Importantes trabajos acerca del culto al agua en el imperio inca incluyen "Culto al Agua en el Antiguo Perú" por Rebeca Carrión Cachot y "los Trabajos Hidráulicos del Inca en el Antiguo Perú" por Alberto Regal Matienzo.
El conjunto es una impresionante escenografía empotrada en las estribaciones de la montaña, un marco meticulosamente erigido en torno a un manantial subterráneo, un homenaje al agua como fuente de vida. La integración al paisaje es tan lograda que el complejo parece ser parte del mismo: no es sólo un lugar desde dónde contemplar la naturaleza, Tambomachay es parte del paisaje.

El complejo principal consta de cuatro muros que definen terrazas empotradas en el cerro, dispuestas de modo que generan un efecto de profundidad cuyas capas resultan de la topografía.
La edificación utiliza la famosa cantería de piedra inca, compuesta de bloques irregulares finamente labrados y perfectamente ensamblados, aunque su calidad no es tan espectacular como la que se encuentra en algunos templos del Cusco.
En la terraza superior se ubican cuatro nichos trapezoidales de aproximadamente 2 metros cada uno. Según el arqueólogo García Rossell, los cimientos del conjunto parecen indicar que originalmente era un recinto cerrado, y frente al conjunto se ubicaba un torreón circular que debió tener fines de defensa y comunicación. "Todo hace suponer que el lugar donde se encuentran las ruinas haya sido una de las residencias favoritas de los incas, como un balneario de reposo, a la vez que uno de los pilares del sistema defensivo del valle del Cusco" menciona.


En la parte inferior, se hallan los llamados "Baños del Inca" una fuente litúrgica en la que dos canales artísticamente tallados vienen vertiendo el líquido elemento desde hace siglos, todos los días del año, todas las horas del día. Según el investigador norteamericano Jerry Fairley la construcción inca controla la descarga de agua subterránea entre dos riscos de piedra caliza. Las paredes de piedra recolectan y flitran el agua, retardando su descarga y logrando un flujo permanentey controlado.


A la derecha del conjunto se ubican unas diminutas escaleras precedidas de un muro que presenta dos nichos de disímil tamaño. A continuación se halla un pórtico de doble jamba, utilizada frecuentemente en otras construcciones incas para jerarquizar un ingreso. Junto a éste se encuentra un pequeño recinto que sirve de antesala al manantial.


Tambomachay es un complejo interesante, al que los miles de turistas que lo visitan no dedican generalmente más allá de 15 minutos. Pero visto con detenimiento, llama la atención por su profundo significado, por la compleja parafernalia dispuesta para la veneración de un manantial, por el estudiado y meticuloso conocimiento del entorno natural, no sólo por la madurez estética con la que se integra al paisaje y por la simpleza espiritual que transmite el sonido del agua, sino por la inventiva tecnológica que dialoga con las entrañas de la tierra. Un trabajo de este nivel denota la topo filia de la sociedad inca, expresada claramente en la poderosa simpleza de su arquitectura.



"La topofilia... puede ser útil para incluir a grandes rasgos todos los lazos afectivos que unen al ser humano con su ambiente material... La respuesta al ambiente puede ser meramente estética: puede variar desde el fugaz placer que se obtiene de una vista hasta el igualmente fugaz pero mucho más intenso sentido de la belleza que es súbitamente revelada..."

INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS Y HALLAZGOS EN SAQSAYWAMAN

INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS Y HALLAZGOS EN SAQSAYWAMAN.
- En 1934, el Dr. Luis E. Valcárcel realizó trabajos de descombramiento y excavación, en varios sitios de Saqsaywaman propiamente dicho, descubriendo con especial beneplácito los cimientos de los tres torreones largamente descritos por Garcilaso, se hallaron las bases de Sallaqmarca, Muyuqmarca y Paucarmarca en la loma del cerro llamado también Saqsaywaman. Las excavaciones brindaron importante material, se hallaron diversos especímenes correspondientes a pequeñas alpacas de alabastro, collares de conchas o wallqas, prendedores de champi o tupus, cuchillos de champi o tumis, pectorales, el fragmento de un depósito de alabastro con seis receptáculos cilíndricos conteniendo colorantes de origen natural, se halló una cinta de plata de 3.12 m. de largo, por 0.02 m. de ancho y 180 gramos de peso, cinta cuya finalidad se desconoce. Se encontraron también muchos pequeños objetos de oro, plata, hueso, diversas rocas, tejidos y cerámica.
- El Dr. Luis A. Pardo y el arquitecto Oscar L. de Guevara Avilés realizaron trabajos de defensa, consolidación, limpieza y restauración a partir de 1967; descubrieron ocho andenes en el sector suroccidental de Suchuna con frente a la explanada, descubrieron un canal de agua en la parte superior de la colina pétrea del mismo Rodadero, de 61 m. de longitud. Pusieron en valor algunos andenes con frente al caserío del fundo P’ujru. Rehabilitaron tres portadas en los bastiones. En total reacomodaron más de dos mil piezas líticas trabajadas por los antiguos, en sus sitios de origen, dentro de los muros prehispánicos. Restauraron un pequeño sector de forma circular con tormo central, al noroeste del Rodadero. Restauraron el sector de Rumipunku que son formidables muros con vano y escalinata, en el angulo sur de los bastiones, en trabajos realizados hacia 1969.
- El antropólogo Alfredo Valencia Zegarra realizó excavaciones en Saqsaywaman y halló múltiples microesculturas fragmentadas, antropomorfas, zoomorfas, fitomorfas y otras, trabajadas en varios tipos de rocas; halló también cuentas de coral, conchas marinas y cerámica. En trabajos realizados en campaña posterior halló tumbas asociadas a múltiples objetos de uso doméstico y ceremonial.
- El primero de marzo de 1972 se inauguró el Museo de Sitio dentro del Parque Arqueológico, en el agrupamiento de Q’enqo, con 1500 especímenes hallados en las varias excavaciones; una de las piezas que llamó más la atención fue una maqueta de una parte de Saqsaywaman propiamente dicho.
- El arqueólogo Fidel Ramos Condori se hizo cargo de los trabajos en Saqsaywaman y casualmente, en el curso de las actividades de rutina realizando prospección arqueológica llegó a descubrir tumbas antiguas, fueron once cuerpos humanos deteriorados e incompletos, asociados a diversos objetos como aqorasis (pequeñas tabletas) unos de plata y otros de bronce, tumis o cuchillos de bronce, cochas marinas, puntas de cuarzo, un rollo metálico, maqanas de bronce, brazalete (ch’ipana) de bronce, más objetos de cerámica con “reminiscencia Killki”. El descubrimiento se produjo a partir del 12 de febrero de 1982, a la altura del tercer baluarte, en la parte posterior de una portada, lado occidental del enorme muro zigzagueante.
- En 1985 el Instituto Nacional de Cultura, Oficina Cusco, destacó al antropólogo Miguel Vargas a Saqsaywaman, para realizar trabajos de prospección y excavación arqueológica, dirigiendo a un selecto equipo de obreros especializados. Logró desenterrar una sucesión de andenes paralelos, dispuestos en varios niveles, semiderruidos, que se proyectan en forma circular con diámetro estimado en más de un centenar de metros, se ubica entre el sector del Rodadero o Suchuna y la “Chincana Chica”; los paramentos habían estado derruidos en gran medida, no siendo posible restaurarlos porque faltaba la mayor parte de las piezas líticas originales, fueron descombrados, limpiados y consolidados convenientemente.


PARTES PRINCIPALES QUE COMPRENDE EL PARQUE DE SAQSAYWAMAN- CUSCO

PARTES PRINCIPALES QUE COMPRENDE EL PARQUE DE SAQSAYWAMAN.
El Parque Arqueológico de Saqsaywaman comprende varios grupos:
a) Saqsaywaman propiamente dicho.
b) Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
c) Laqo.
d) K’usillluchayuj.
e) Lanlakuyuq.
f) Pukapukara.
g) Tanpumach’ay o Tambomachay.
h) Llaullipata.
i) Chakan.
a) Saqsaywaman propiamente dicho.
Es la parte más impresionante del Parque, ocupa su porción austral por tanto la más próxima a la ciudad, comprende varios sectores:
- Los Torreones: Hoy sólo quedan los cimientos de los tres torreones descritos por Garcilaso; los edificios fueron destruidos en los primeros tiempos del coloniaje, los cimientos cubiertos de tierra y su magnificencia cubierta de olvido. Estos cimientos fueron ubicados y limpiados bajo la dirección del Dr. Luis E. Valcárcel en 1934. Los torreones en el Incanato fueron tres, dispuestos sucesivamente en línea recta en la cumbre de la colina, el central tenia planta circular por tanto el edificio fue cilíndrico, se llamaba MUYUQMARKA (Muyu, circular y Marka, localidad o poblado), comprendía cuatro pisos con muchas puertas y ventanas, se comunicaba con los otros torreones mediante pasadizos subterráneos y también mediante cómodas calzadas exteriores, sus paredes estaban cubiertas de oro, era residencia de los Inkas, había abundante agua, hoy todavía se exhiben los acueductos. Garcilaso mencionaba:
“Eran calles y callejas que cruzaban de una parte a otra con vueltas y revueltas y tantas puertas, unas en contra de otras y todas de igual tamaño que a poco trecho que entraban laberinto, perdían el tino y no acertaban a salir”.
Los cimientos de Muyuqmarka son tres círculos concéntricos, el último encerrado en un cuadrado; las paredes circulares están unidas por cortas paredes transversales y rectas. El diámetro del circulo interior mide 9.35 m., el del siguiente 15.0 m. y el mayor 22.2 m. Todos los cimientos son de roca caliza, los edificios fueron de andesita, piezas transportadas después a la ciudad para edificar casas y templos.
El torreón ubicado al oeste de Muyuqmarka se llamaba PAUKARMARKA o lugar alegre; el ubicado al oriente SALLAQMARKA o lugar áspero.
- Grupo de Recintos: Ubicados en la cumbre de la colina, al sur y a poca distancia de los torreones, denominado por algunos autores aunque sin mucho fundamento SECTOR RELIGIOSO. Son hermosas habitaciones apoyadas a la colina, con vista y plazas hacia la ciudad, llama la atención una pieza de dos pisos con claro retallo en las paredes y caprichoso acabado en las hornacinas.
- Los Baluartes: Están dispuestos en tres niveles, en líneas rectas quebradas, formando un dentado de entrantes y salientes con ángulos obtusos y agudos, cada bastión sostiene una terraza o plataforma, el conjunto está orientado en términos generales de este a oeste con frente a la explanada de Chukipanpa o Planicie de las Lanzas Reales (Chuquipampa). Los muros están con enormes bloques de roca caliza, son impresionantes poliedros irregulares ensamblados entre ellos con suma perfección, con superficie externa pulida (hoy deteriorada por el intemperismo) y convexida en la misma, algunas piedras presentan ménsulas que aumentan su carácter enigmático.
La extraordinaria dimensión de las piedras y la perfección en el ensamblamiento de los poliedros con lados y ángulos desiguales, fueron motivo de admiración unánime en todas las épocas, los primeros conquistadores atribuyeron su fábrica a los demonios, los siguientes colonizadores y las generaciones que continuaron, no pudieron explicarse como se hizo ese portento, ahora se dice que los extraterrestres son los que hicieron la obra.
Pedro Sancho de la Hoz, dice:
“La más linda cosa que puede verse de edificios en aquella tierra (el Cusco), son estas cercas, porque son de piedras tan grandes, que nadie que las ve no dirá que hayan sido puestas allí por manos de hombres humanos, que son tan grandes como troncos de montañas… Los españoles que la ven dicen que ni el puente de Segovia, ni otro de los edificios que hicieron Hércules y los Romanos no son cosa tan digna de verse como esto”.

Garcilaso dice:
“La obra mayor y más soberbia que mandaron hacer para mostrar su poder y magestad, fue la fortaleza del Cuzco, cuyas grandezas son increíbles a quien no las haya visto y mirado con atención le hacen imaginar y aun creer que son hechas por vía de encantamiento y que las hicieron demonios y no hombres”.
El primer baluarte es el que ocupa el nivel inferior, está sobre la explanada, presenta las piedras de mayor dimensión, una pesa 128 y otra 90 toneladas métricas; tiene tres puertas, 25 ángulos y 60 lienzos pétreos. Cada poliedro pudo ser colocado en su lugar a través de rampas y labrado con herramientas de mayor perfección.
- Rumipunku: Se ubica al oriente de la explanada  y a menor nivel que ella. Destaca aquí un enorme lienzo pétreo que discurre norte-sur paralelo al riachuelo P’ujru, con un enorme vano de acceso en su porción central. Rumipunku significa Puerta de Piedra, se ignora el origen del nombre, un tanto inadecuado, pues todas las puertas son de piedra. Este grupo arqueológico fue limpiado y puesto en valor a partir de 1968 con sumo cuidado, por varios expertos dirigidos por el Dr. Luis A. Pardo y Arq. Oscar L. de Guevara.
- Las Puertas: El más esmerado de los cronistas es describir Saqsaywaman fue Garcilaso, él dice que en cada cerca casi en medio de ella, había una puerta, agrega que la primera puerta se llamaba Tiupuncu, la que estaba junto al arenal de la explanada; la segunda se llamaba Aqahuanapuncu, y la tercera era Viracochapuncu consagrada al dios Viracocha; indica también que el vano de cada acceso se cerraba con un elemento levadizo. Es indudable que los vanos de acceso, en todas partes, alguna vez son abiertos y cerrados de acuerdo a las necesidades de los usuarios, pero en el caso de Saqsaywaman, aun no han establecido los especialistas cómo pudo ser el funcionamiento de la puerta levadiza.
Al presente se constata en el primer bastión, tres accesos, la del centro se llama T’io Punku; t’io significa saturado de algo, en el caso de explanada estuvo el arenal saturado de agua. En los siguientes dos murallones, se cuentan una docena de accesos, no ha podido establecerse cuál fue la principal en el segundo y cuál en el tercer baluarte.
En cada una de las cercas existen canales de desagüe para el curso ordenado de las aguas provenientes de precipitaciones pluviales. Asimismo, existen canales fónicos para la comunicación oral rápida de planta a planta.
- Muralla, Andenes y Acueductos: En dirección hacia el Sector Norte de la explanada, allí donde concluye la planicie se alza una colina llamada Suchuna o Rodadero. La porción occidental de esta colina hasta hace pocos años, parecía ser simplemente eso, pero al excavar, surgieron sorpresas tras sorpresas, se trataba de un conjunto de andenes semiderruidos, paramentos y terraplenes que cubrían todo el morro hasta la cumbre, asociados con acueductos y otras unidades arqueológicas.
La línea limítrofe entre la explanada y Suchuna corresponde a un muro parecido a los bastiones del lado opuesto de la explanada, aunque de menores proporciones.
- Rodadero o Suchuna: Tal el nombre de la colina que queda hacia el lado norte de la explanada. Geológicamente es una formación natural de diorita, roca de origen ígneo que emergió modulando en su superficie combaduras y estrías a manera de toboganes. Allí aparecen labradas muchas tianas y algunas paredes, más cimientos de recintos.
- El Trono del Inka o Kusilluj Jink’anan: Traducidas estas palabras quechuas corresponden a “donde se empina el mono”. Se trata de una sucesión de escaños, labrados en la roca diorita in situ con profundo sentido estético, está en la porción oriental de la colina o Suchuna, en altura dominante hacia el lado del riachuelo.
- El Baño del Inka: Corresponde a una fuente posiblemente destinada a la liturgia, asociada a un acueducto, hornacina, escaños y recintos vecinos de los que sólo hoy quedan los cimientos.
- Los Anfiteatros: Uno pequeño se ubica al norte del tobogán más largo, mediando una distancia apenas de media cuadra; el otro, de mayor envergadura, está al oriente del tobogán más largo, a algo más de cien metros. En ambos casos se trata de nichos incompletos trazados en sucesión en una pared semicircular, como rodando un tolmo central. Debieron ser adoratorios y no anfiteatros.
- Chincanas: Son dos; la pequeña junto a Warmi K’ajchana, de corta longitud, es un pasaje subterráneo que permite el paso de personas en actitud casi reptante. La grande, está más al norte, debajo de un gran roquedo de caliza que la leyenda califica como la piedra cansada, este pasaje subterráneo está inundado y no es posible ingresar en él. El geólogo Dr. Carlos Kalafatovich dice que estos túneles llamados chincanas (donde se pierde) corresponden al socavamiento por acción de las aguas subterráneas que circularon por grutas y planos de estratificación de la masa de caliza, durante la época pleistocénica, por consiguiente no son obra de los incas.
- El Trono del Inka: Distinto a K’usilluj Jink’inan, son escaños labrados en el flanco norte de la llamada Piedra Cansada, escaños realizados con sentido estético religioso, parecen las hornacinas en un retablo de culto católico por su simetría. Debió ser uno de los muchos adoratorios mencionados por Polo de Ondegardo.
- La Piedra Cansada: La tradición registra la versión de una inmensa piedra, que por su volumen gigantesco y peso, no pudo ser conducida al final de su destino, y en términos figurados dicen “sayk’usqa” o cansada. Es innegable que en Ollantaytambo, Saqsaywaman y otros centros importantes, los trabajos de edificación continuaban cuando se produjo la guerra entre Waskar y Atawallpa que los interrumpió, quedando muchas rocas semielaboradas, en medio camino. Garcilaso y Cieza de León dedican largos comentarios a la Roca Cansada que arrolló mucha gente al rodar y no pudo más ser movida.
Al norte de todo el grupo de Saqsaywaman, existe un gran roquedo de caliza, in situ, en cuyo flanco norte está el Trono del Inka, y en su base porción oriental está la entrada a la Chincana Grande, roquedo que equivocadamente es señalado como pieza que no llegó a su destino, porque es roca in situ. Contiene en su porción superior muchos escaños, escalinatas, salientes cilíndricas verticales (Intiwatana), tallados caprichosos y poco profundos (como el llamado Pie Gigante). Debió ser importante Waca en el Incanato.
b) Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
La palabra Q’enqo significa laberinto, torcido, con muchas vueltas; es el nombre de dos grupos arqueológicos cercanos el uno al otro, que tienen como base enormes afloramientos de roca caliza de la formación Yuncaypata. Al mayor se le denomina Grande, y al otro, Chico; el primero ocupa el nivel superior y está más al oriente, la distancia que los separa es apenas de 150 m. En tiempos del Incario no tuvieron ese nombre. En la relación de Ceqes y Waqas de Polo de Ondegardo no aparece esa palabra; la denominación fue adscrita al monumento en la etapa Republicana de la Historia del Perú.
Todo el conjunto se ubica sobre el cerro que queda al oriente de la ciudad, cerro que hoy se llama Socorro y en el Incanato pudo llamarse Mant’ojlla o Mantacolla; están a más de doscientos metros de altura con relación al valle del Cusco, sobre el camino que conducía al Antisuyo.
Los conjuntos descritos indudablemente fueron santuarios muy importantes en el Incanato. Los saywas y suqanqas (gnómones líticos) que los conquistadores vieron en el barrio de Toq’okachi posiblemente estuvieron en Q’enqo, ambos sitios corresponden hoy a la parroquia de San Blas. La momia de Pachakuteq y parientes que halló Polo de Ondegardo en Toq’okachi posiblemente estuvo alojado en Q’enqo.
Lo que hoy queda de Q’enqo (y en el resto del parque) son enormes rocas labradas que ya no pudieron destruir los españoles, ya no están los recintos, los depósitos, los baños litúrgicos, no queda pared alguna completa, poco queda de senderos y acueductos; y aquello que no pudieron destruir y aun hoy se exhibe, es sin embargo colosal, y se sintetiza en lo siguiente:
- El Intiwatana.
- La Canaleta zigzagueante.
- El Anfiteatro y el Tolmo o Tormo.
- La Sala de los Sacrificios.
- Escaños, acueductos, labrados cual engranaje, callejas y cortos andenes.
- El Intiwatana y Observatorio Astronómico está en la parte superior del gran roquedo, constituido por dos prominencias pétreas de forma cilíndrica que se yerguen verticales sobre un pedestal cuasi elíptico, todo in situ labrado en la porción superior de la roca. Constituyen el gnomon lítico de los incas, allí los amautas medían el tiempo, establecían las estaciones, solsticios y equinoccios, al mismo tiempo que los sacerdotes rendían culto al Sol, a la Luna, a Venus y las Estrellas.
- La Canaleta zigzaguenate está muy cerca al Intiwatana, parte de un pequeño hoyo, se desplaza hacia abajo en plano inclinado y línea quebrada, luego se bifurca, una de las ramas conducía el liquido puesto a circular hasta la Cámara Subterránea o Sala de los Sacrificios. El líquido pudo ser chicha consagrada o sangre de seres sacrificados a los dioses. A pocos pasos del punto donde se origina la canaleta, hacia el norte, existen dos figuras labradas en la roca, es un ave más un pequeño mamífero parecido al castor.
- El Anfiteatro y el Tormo, ocupan espacio considerable, están delante y hacia el oriente del gran roquedo; son diecinueve grandes nichos u hornacinas incompletas, en un lienzo pétreo semicircular de 55 m. de largo. Presidiendo el anfiteatro, delante de la pared curva y dejando apreciable área libre, está el tormo de seis metros de altura, sobre un sólido pedestal rectangular, monolito que notoriamente muestra haber sido gigantesca escultura, tiene rastros de haber sido duramente golpeado por los extirpadores de idolatrías que optaron por desfigurar el gran ídolo esculpido en roca in situ; todavía se aprecia en la erguida roca modulaciones zoomorfas.
Esto que llaman ahora anfiteatro, en el Incanato fue un enorme templo para ceremonias públicas; los que ahora parecen ser asientos, por estar incompletos, son las bases de grandes nichos u hornacinas contenidos en un alto muro, es fácil deducir formas y dimensiones haciendo un análisis comparativo con lo que en la actualidad se tiene en Tampumachay, la plaza de Qollqanpata, Chinchero, Tarawasi, Ollantaytambo, Pisaq, etc. Este ámbito estuvo cerrado y el tránsito se realizaba por la entrada de doble jamba asociada a recintos que están en la porción noroccidental del conjunto. Cada hornacina fue sitio de entidades a las que se rendía culto, pudieron ser mallkis, wayqes, otros ídolos u objetos, a manera de descansos rituales.
- La Sala de los Sacrificios es una cámara subterránea hecha en la parte interna, porción baja del gran roquedo, de manera que, techo, suelo, paredes, mesas, alacenas y vanos están labrados en una sola gigantesca roca.
La sólida mesa pétrea de la cámara subterránea pudo haber sido utilizada para embalsamar cadáveres de los orejones y también como lugar de sacrificios humanos y de llamas. La mesa está asociada a escalones y alacenas. Un angosto pasaje descendente conduce a un oscuro sótano.
- Q’enqo Chico exhibe escalones, escaños, nichos, acueductos, tiene forma casi circular y sus contornos muestran murallas que debieron ser mucho más altas de lo que hoy se ven.
c) Laqo.
Laqo es palabra quechua, significa alga de río; difiere de Lak’o que significa hacer equivocar. Un grupo arqueológico perteneciente al Parque de Saqsaywaman se llama Laqo, nombre impuesto en los últimos tiempos, pues, ni la tradición ni los documentos de siglos atrás lo consignan.
Se ubica en el cerro llamado Socorro, al oriente de la ciudad del Cusco, a un kilometro al oriente y arriba de la carretera de circunvalación que une la ciudad con Saqsaywaman, está sobre el antiguo camino inca que conducía al valle de Vilcanota. Al suroeste de Laqo y a sólo kilómetro y medio de distancia está Q’enqo, distancia que corresponde a sendero de peatones. Por Q’enqo discurre la carretera asfaltada que conduce de Saqsaywaman  a Pisaq.
Laqo es una colina pétrea de roca caliza gris festonada, se eleva sobre una planicie; en su porción central esta colina presenta una profunda disyunción aprovechada como pasadizo subterráneo. Fue otro de los celebrados adoratorios incaicos cuyo nombre hoy se ignora, debe corresponder a una de las 350 waqas mencionadas por Polo de Ondegardo y el padre Bernabé Cobo. Sufrió devastación junto con toda la zona, hoy sólo queda el enorme roquedo con sus tallados. La talla en la roca muestra:
- Un Intiwatana.
- Dos ambientes o grandes grutas.
- Esculturas de animales.
- Graderías, escaños, alacenas, tragaluces y senderos.
- ¿Pinturas rupestres?, ¿Elefantes?
- En la parte superior de la colina de caliza, porción sur, entre molduras diversas aparece una prominencia cónica vertical con superficie plana en derredor; se trata de un observatorio astronómico y mochadero (lugar de adoración).
- Existen dos ambientes labrados en roca; sólo para fines de descripción los llamaremos, el primero, y el segundo. El primero corresponde a una galería a nivel de la explanada exterior, en la porción occidental del gran roquedo, de angosta entrada exornada por escalones labrados en la roca in situ; ingresando hacia el lado izquierdo existe un cubículo labrado en la roca de forma hexaédrica regular capaz de cobijar a muchas personas; en el interior existen diversas molduras formando alacenas, cornisas, etc. Afuera de esta galería, junto al vano de acceso, existe una roca suelta de forma paralelepípeda, plana, parece corresponder a la pieza que cubría el vano cuando se deseaba cerrar la puerta. Delante de ésta aparece la boca de un canal subterráneo de agua. El segundo ambiente se ubica a la derecha subiendo una amplia escalinata irregular; ingresando, a la altura de la cabeza de una persona adulta, lado derecho, aparece una boa tallada en la roca, se desplaza horizontalmente con una longitud de 4.65 m. de los que 0.25 m. corresponde a la cabeza; ingresando, hacia el lado izquierdo y abajo aparece la escultura de un mamífero que ya no tiene cabeza, su longitud es de 0.90 m. incluyendo la cola. El interior es un complejo de plataformas, alacenas, asientos, etc.
- En la cumbre de la colina pétrea, asociado a escaños, existen esculpidas en la roca figuras de dos aves, muy similares a las que existen en Q’enqo más un mamífero, están sin cabeza.
- En todo el gran roquedo y aledaños, hay graderías, senderos, alacenas, tragaluces en los recintos; todo el conjunto da idea de haber cobijado densa población, y que la acción depredadora ha dejado solamente el casco, aquello que no pudo ser destruido por estar adscrito a tremendas formaciones naturales de la roca.
- Hay personas que creen ver en el flanco suroccidental del gran roquedo, modulaciones de elefantes, son abultamientos o combaduras que con un poco de imaginación dan idea de un paquidermo parado y otro recostado al interior. En América no hubo elefantes, pero en épocas prehistóricas existió el mamut.
Asimismo, algunas publicaciones informan pinturas rupestres en los ambientes, no existen estudios serios al respecto.
d) K’usilluchayuj.
K’usilluchayuj en castellano significa “que tiene mono”. Es el nombre de otro adoratorio muy similar a Laqo, se ubica sobre el camino inca que conducía al valle de Vilcanota, entre Laqo y el barrio de San Blas, de la ciudad del Cusco, la distancia entre uno y otro grupo arqueológico no es mayor a 300 m.; es el más cercano a Cusco en relación a Laqo, pero ambos están en términos generales más o menos a 300 metros de altitud respecto a la plaza principal de la ciudad del Cusco.
En la porción suroccidental de todo el conjunto, existe un tolmo idéntico al de Q’enqo, pero de menores dimensiones, su forma da idea de un sapo de casi dos metros de altura en cuya espalda hay figuras en alto relieve que representan monos y ofidios. En este monumento hallamos una fuente litúrgica con vertedero de dos canaletas (está sobre el camino), más porciones incompletas de canales de conducción de agua, discos pétreos labrados con perfección, alacenas, un monolito fuertemente golpeado parece que represento un felino; un rebajamiento labrado con sólo centímetros de profundidad, de forma elíptica parecido al de Saqsaywaman. Llama la atención la abundante representación de monos, pues, incluso en la espalda del tolmo de Q’enqo quedan vestigios de figuras de monos.
e) Lanlakuyuj.
La palabra Lanlaku significa “faramalla”, “travieso”, “espíritu maléfico”, “duende”; y el sufijo yuj denota pertenencia; se interpreta como “Que tiene espíritu maléfico”. Esta denominación le fue asignada en el siglo pasado a un enorme afloramiento de roca caliza, sobre el que hay muestras de arte e industria de los antiguos peruanos.
Lanlakuyuj se ubica al lado izquierdo de la vía asfaltada que conduce a Pisaq (subiendo), a un kilometro de distancia de Q’enqo, a dos de Saqsaywaman y a cuatro o más o menos de la ciudad del Cusco. Las grietas y oquedades producidas en la base del roquedo, por acción del anhídrido carbónico de las aguas de lluvia al descomponer la caliza, fueron aprovechadas para modular sótanos. Todo el conjunto es un laberinto de grutas y pasadizos semioscuros. Los interiores están trabajados, no son simples grutas naturales, hay alacenas, escaños, escalinatas, cornisas y muchas de las paredes están pulidas,
Hacia el lado occidental y fuera del roquedo, quedan estructuras correspondientes a recintos. En el lado sur queda un muro que zigzaguea, hecho de piedras grandes de forma irregular, con muchos lados y ángulos que ensamblan con perfección, es similar a los baluartes de Saqsaywaman.
Lanlakuyuj fue otro de los importantes centros religiosos en el Incanato, con figuras de dioses con nobles embalsamados, con wayqes (dobles o retratos en metal) servidos por panakas, con muchos recintos y plazas y numeroso personal de servicio.
f) Pukapukara.
Pukapukara significa Fortaleza Roja. El grupo arqueológico de Pukapukara se ubica sobre la carretera asfaltada que conduce a Pisaq, distante 7 km. desde la ciudad del Cusco, altitud de 3580 msnm.
Hacia el lado occidental del conjunto se halla la fachada del complejo arquitectónico, sobre un área libre a manera de pequeña plaza, al lado opuesto el edificio se levanta a considerable altura del piso debido al desnivel del terreno. Se ubican recintos, plazas interiores, baños, acueductos, atalayas y un camino antiguo fácilmente reconocible. Los edificios están hechos de piedras entre medianas y pequeñas, la superficie externa de los poliedros es ligeramente rugosa a diferencia de otros grupos arquitectónicos. La disposición urbanística es sumamente adecuada y funcional.
g) Tanpumach’ay o Tambomachay.
Tanpu corresponde a alojamiento colectivo con todo lo necesario para albergar mucha gente que morará corto tiempo. Mach’ay significa lugar de descanso. El nombre le viene desde la época Inka; felizmente Polo de Ondegardo captó datos inconfundibles al enumerar Adoratorios y Waqas que habían en el camino al Antisuyo, dice refiriéndose al primer ceque:
“La novena guaca se llamaba TAMBOMACHAY, era una casa de Inca Yupanqui, donde se hospedaba cuando iba de caza. Estaba puesta en un cerro cerca del camino de los Andes, sacrificábanle todo excepto niños”.
Efectivamente la casa está puesta en la falda de un cerro y está cerca y no junto al camino principal que conducía al Antisuyo. La tradición conoce a este monumento como el “Baño de la Ñusta” debido a la especial circunstancia de existir dos acueductos que llevan aguas límpidas todo el año, vienen de ignotos lugares conocidos sólo por los constructores, el volumen es uniforme, el líquido se junta para caer por un vertedero a lo que tuvo que ser una fuente litúrgica.
El lugar está a 8 km. del Cusco, a un kilómetro de Pukapukara, a 3.700 msnm en la cabecera del cerro Cebolla Wayqo, sobre vía asfaltada.
El edificio esta adosado al cerro y tiene tres corredores o terrazas que son sucesivos de abajo a arriba, equivale por tanto a tres pisos. Las construcciones son de óptima calidad, con poliedros irregulares muy bien ensamblados, sin mortero de barro, piedra entre medianas y grandes con la cara externa lisa y convexidad mínima; las paredes tienen una ligera inclinación hacia adentro y presentan nichos u hornacinas grandes y amplias, de dos metros de altura término medio.
El conjunto está precedido de una sola muralla hecha de grandes piedras bien encajadas con superficie algo rugosa. Frente al edificio principal, en el lado oriental del conjunto, se alza un torreón de planta circular, en la actualidad está incompleto en su porción superior.
h) Llaullipata.
Llaulli es el nombre de una pequeña planta nativa, de bellas flores en campanilla, que crece espontáneamente en la sierra peruana. Pata significa sitio. Es así que Llaullipata significa o indica el lugar donde crece el vegetal mencionado.
Es el nombre de un fundo o predio rústico ubicado a continuación y al noroeste de Saqsaywaman propiamente dicho y dentro del Parque Arqueológico de Saqsaywaman. A decir por los propietarios del inmueble, el nombre de Llaullipata aparece en documentos del s. XVI, en tal virtud, se deduce que el topónimo viene desde la época Inka.
El fundo Llaullipata tiene forma alargada, con eje longitudinal de noroeste a sureste, dividido transversalmente por el riachuelo Chacan, en la parte media; los terrenos que quedan al noroeste a partir del riachuelo, son propiedad de la Comunidad Campesina de Chacan, la otra porción suroriental se ha dividido en tres lotes a manera de franjas.
Conviene aclarar que todo el territorio que corresponde al Parque Arqueológico de Saqsaywaman y por consiguiente al fundo Llaullipata es un solo y enorme repositorio arqueológico, en las cortas porciones planas a manera de franjas en meseta de la parte alta y suroriental del fundo Llaullipata, a un centenar y más de metros de altitud, existen otros conjuntos arqueológicos menores, consistentes en cortos andenes, acueductos y restos de recintos antiguos; pero el monumento más importante de este lugar es el ubicado exactamente sobre el riachuelo Chacan, encajonando el caudal hídrico, en el que se distinguen las siguientes partes:
a) Un gigantesco bloque de roca caliza al lado izquierdo del riachuelo, que obliga hacer una curva al cauce hídrico, roquedo labrado en todas sus partes externas, donde los antiguos peruanos esculpieron escaños (tianas) de diversas dimensiones y muchas molduras enigmáticas. A media altura y en la porción suroccidental del roquedo aun se conserva una prominencia lítica labrada en el mismo bloque, que tiene forma cilíndrica (con ligera tendencia a cónica truncada en el vértice o porción superior) con proyección vertical.
b) Hacia el lado derecho del riachuelo, el mismo que va encajonado, en otro roquedo avecindado con el comentado anteriormente, aparece otra prominencia lítica, cilíndrica y vertical; debieron formar parte de un juego o sistema de gnómones líticos de un observatorio astronómico, que al mismo tiempo tuvo que haber sido adoratorio.
c) Al oriente del gran roquedo y a sólo pasos de distancia, corre un largo muro longitudinal a la quebrada, con algunas porciones en muy buen estado de conservación, muro de poliedros líticos irregulares pero bien ensamblados, con la conocida disposición arquitectónica de varias piezas alrededor de una central, particularidad del estilo celular y también del semiciclópeo. Los constructores aprovecharon algunos roquedos in situ, para trabajarlos de manera que formen parte de la pared, y en sus rebordes acoplaron piedras muy bien logradas, dando uniformidad y contenido estético al paramento. Se aprecian cimientos y sobrecimientos de una corta pared transversal que corría uniendo el roquedo y el muro.
d) Un hermoso acueducto en los roquedos y paramentos del lado derecho del riachuelo (aguas abajo). Hay andenes en malas condiciones, existen claros vestigios de haber estado el riachuelo encauzado.
Llaullipata fue el centro de un sector religioso, un adoratorio importante, con campos de cultivo y muchas casas en sus alrededores, incluida la zona de Chacan. Tiene la particularidad de estar ubicado en las cabeceras del riachuelo principal de la capital Inka.
i) Chacan.
 En quechua Chacan o Chakan, significa “puente”, nombre de data prehispánica originada en la circunstancia de existir en el lugar, cerrando la quebrada, un gigantesco bloque de caliza con dimensión de montaña, en cuya porción central e inferior ofrece un túnel natural que deja pasar las aguas del riachuelo del mismo nombre (Chacán), y en su cima, los antiguos habitantes del lugar construyeron un sólido acueducto, sirviendo por consiguiente el gigantesco roquedo, de puente para el paso de la gente y del acueducto.
Esta descomunal roca que cierra la quebrada, ofrece hacia el lado norte, una cara lisa y de sorprendente verticalidad, en la porción central de ella, aparece una fisura con sucesivos resquebrajamientos, fisura que se proyecta en trazo oblicuo para desaparecer en el túnel. En los bordes superiores del roquedo se aprecian hileras sobrepuestas de sillares, al canto mismo. En el tercio superior del enorme roquedo existe una gruta a la que se ingresa por el lado superior y occidental, que forma algo así como un balcón, o emplazamiento a manera de púlpito,   con vano de forma triangular, con pretil o baranda labrada en la misma roca, hacia el borde.
Por encima del gran roquedo discurre un importante acueducto inca y un camino de aquella época. Siempre en la porción superior del roquedo y hacia el lado sur, aparece una porción de la roca caliza, labrada artísticamente por los antiguos, expresando el signo escalonado, es como un triángulo escalonado y con vértice trunco, de 2.50 m. de altura, que hacia el borde oriental ofrece cinco peldaños, y lo que le continúa en la base son dos hileras horizontales de sillares.
En los terrenos de la Comunidad Campesina de Chacán se aprecian muchos andenes, algunos en estado de destrucción y otros en uso.

El conjunto arqueológico de Chacán se ubica al norte y arriba de Llaullipata, sobre el mismo riachuelo y a sólo 600 m, de distancia.