PARTES
PRINCIPALES QUE COMPRENDE EL PARQUE DE SAQSAYWAMAN.
El Parque Arqueológico de Saqsaywaman comprende varios
grupos:
a) Saqsaywaman propiamente dicho.
b) Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
c) Laqo.
d) K’usillluchayuj.
e) Lanlakuyuq.
f) Pukapukara.
g) Tanpumach’ay o Tambomachay.
h) Llaullipata.
i) Chakan.
a) Saqsaywaman
propiamente dicho.
Es la parte más impresionante del Parque, ocupa su
porción austral por tanto la más próxima a la ciudad, comprende varios
sectores:
- Los
Torreones: Hoy sólo quedan los cimientos de los tres torreones
descritos por Garcilaso; los edificios fueron destruidos en los primeros
tiempos del coloniaje, los cimientos cubiertos de tierra y su magnificencia
cubierta de olvido. Estos cimientos fueron ubicados y limpiados bajo la
dirección del Dr. Luis E. Valcárcel en 1934. Los torreones en el Incanato
fueron tres, dispuestos sucesivamente en línea recta en la cumbre de la colina,
el central tenia planta circular por tanto el edificio fue cilíndrico, se
llamaba MUYUQMARKA (Muyu, circular y Marka, localidad o poblado), comprendía
cuatro pisos con muchas puertas y ventanas, se comunicaba con los otros
torreones mediante pasadizos subterráneos y también mediante cómodas calzadas
exteriores, sus paredes estaban cubiertas de oro, era residencia de los Inkas,
había abundante agua, hoy todavía se exhiben los acueductos. Garcilaso
mencionaba:
“Eran calles y
callejas que cruzaban de una parte a otra con vueltas y revueltas y tantas
puertas, unas en contra de otras y todas de igual tamaño que a poco trecho que
entraban laberinto, perdían el tino y no acertaban a salir”.
Los cimientos de Muyuqmarka son tres círculos
concéntricos, el último encerrado en un cuadrado; las paredes circulares están
unidas por cortas paredes transversales y rectas. El diámetro del circulo
interior mide 9.35 m., el del siguiente 15.0 m. y el mayor 22.2 m. Todos los
cimientos son de roca caliza, los edificios fueron de andesita, piezas
transportadas después a la ciudad para edificar casas y templos.
El torreón ubicado al oeste de Muyuqmarka se llamaba
PAUKARMARKA o lugar alegre; el ubicado al oriente SALLAQMARKA o lugar áspero.
-
Grupo de Recintos: Ubicados en la cumbre de la colina, al sur y
a poca distancia de los torreones, denominado por algunos autores aunque sin
mucho fundamento SECTOR RELIGIOSO. Son hermosas habitaciones apoyadas a la
colina, con vista y plazas hacia la ciudad, llama la atención una pieza de dos
pisos con claro retallo en las paredes y caprichoso acabado en las hornacinas.
-
Los Baluartes: Están dispuestos en tres niveles, en líneas
rectas quebradas, formando un dentado de entrantes y salientes con ángulos
obtusos y agudos, cada bastión sostiene una terraza o plataforma, el conjunto
está orientado en términos generales de este a oeste con frente a la explanada
de Chukipanpa o Planicie de las Lanzas Reales (Chuquipampa). Los muros están
con enormes bloques de roca caliza, son impresionantes poliedros irregulares
ensamblados entre ellos con suma perfección, con superficie externa pulida (hoy
deteriorada por el intemperismo) y convexida en la misma, algunas piedras
presentan ménsulas que aumentan su carácter enigmático.
La extraordinaria dimensión de las piedras y la
perfección en el ensamblamiento de los poliedros con lados y ángulos
desiguales, fueron motivo de admiración unánime en todas las épocas, los
primeros conquistadores atribuyeron su fábrica a los demonios, los siguientes
colonizadores y las generaciones que continuaron, no pudieron explicarse como
se hizo ese portento, ahora se dice que los extraterrestres son los que
hicieron la obra.
Pedro Sancho de la Hoz, dice:
“La más linda cosa
que puede verse de edificios en aquella tierra (el Cusco), son estas cercas,
porque son de piedras tan grandes, que nadie que las ve no dirá que hayan sido
puestas allí por manos de hombres humanos, que son tan grandes como troncos de montañas…
Los españoles que la ven dicen que ni el puente de Segovia, ni otro de los
edificios que hicieron Hércules y los Romanos no son cosa tan digna de verse
como esto”.
Garcilaso dice:
“La obra mayor y más
soberbia que mandaron hacer para mostrar su poder y magestad, fue la fortaleza
del Cuzco, cuyas grandezas son increíbles a quien no las haya visto y mirado
con atención le hacen imaginar y aun creer que son hechas por vía de
encantamiento y que las hicieron demonios y no hombres”.
El primer baluarte es el que ocupa el nivel inferior,
está sobre la explanada, presenta las piedras de mayor dimensión, una pesa 128
y otra 90 toneladas métricas; tiene tres puertas, 25 ángulos y 60 lienzos
pétreos. Cada poliedro pudo ser colocado en su lugar a través de rampas y
labrado con herramientas de mayor perfección.
-
Rumipunku: Se ubica al oriente de la explanada y a menor nivel que ella. Destaca aquí un
enorme lienzo pétreo que discurre norte-sur paralelo al riachuelo P’ujru, con
un enorme vano de acceso en su porción central. Rumipunku significa Puerta de
Piedra, se ignora el origen del nombre, un tanto inadecuado, pues todas las
puertas son de piedra. Este grupo arqueológico fue limpiado y puesto en valor a
partir de 1968 con sumo cuidado, por varios expertos dirigidos por el Dr. Luis
A. Pardo y Arq. Oscar L. de Guevara.
-
Las Puertas: El más esmerado de los cronistas es
describir Saqsaywaman fue Garcilaso, él dice que en cada cerca casi en medio de
ella, había una puerta, agrega que la primera puerta se llamaba Tiupuncu, la
que estaba junto al arenal de la explanada; la segunda se llamaba
Aqahuanapuncu, y la tercera era Viracochapuncu consagrada al dios Viracocha;
indica también que el vano de cada acceso se cerraba con un elemento levadizo.
Es indudable que los vanos de acceso, en todas partes, alguna vez son abiertos
y cerrados de acuerdo a las necesidades de los usuarios, pero en el caso de
Saqsaywaman, aun no han establecido los especialistas cómo pudo ser el
funcionamiento de la puerta levadiza.
Al presente se constata en el primer bastión, tres
accesos, la del centro se llama T’io Punku; t’io significa saturado de algo, en
el caso de explanada estuvo el arenal saturado de agua. En los siguientes dos
murallones, se cuentan una docena de accesos, no ha podido establecerse cuál
fue la principal en el segundo y cuál en el tercer baluarte.
En cada una de las cercas existen canales de desagüe para
el curso ordenado de las aguas provenientes de precipitaciones pluviales.
Asimismo, existen canales fónicos para la comunicación oral rápida de planta a
planta.
-
Muralla, Andenes y Acueductos: En dirección hacia el
Sector Norte de la explanada, allí donde concluye la planicie se alza una
colina llamada Suchuna o Rodadero. La porción occidental de esta colina hasta
hace pocos años, parecía ser simplemente eso, pero al excavar, surgieron
sorpresas tras sorpresas, se trataba de un conjunto de andenes semiderruidos,
paramentos y terraplenes que cubrían todo el morro hasta la cumbre, asociados
con acueductos y otras unidades arqueológicas.
La línea limítrofe entre la explanada y Suchuna
corresponde a un muro parecido a los bastiones del lado opuesto de la
explanada, aunque de menores proporciones.
-
Rodadero o Suchuna: Tal el nombre de la colina que queda hacia
el lado norte de la explanada. Geológicamente es una formación natural de
diorita, roca de origen ígneo que emergió modulando en su superficie combaduras
y estrías a manera de toboganes. Allí aparecen labradas muchas tianas y algunas
paredes, más cimientos de recintos.
- El
Trono del Inka o Kusilluj Jink’anan: Traducidas estas palabras
quechuas corresponden a “donde se empina el mono”. Se trata de una sucesión de
escaños, labrados en la roca diorita in situ con profundo sentido estético,
está en la porción oriental de la colina o Suchuna, en altura dominante hacia
el lado del riachuelo.
- El
Baño del Inka: Corresponde a una fuente posiblemente
destinada a la liturgia, asociada a un acueducto, hornacina, escaños y recintos
vecinos de los que sólo hoy quedan los cimientos.
-
Los Anfiteatros: Uno pequeño se ubica al norte del tobogán
más largo, mediando una distancia apenas de media cuadra; el otro, de mayor
envergadura, está al oriente del tobogán más largo, a algo más de cien metros.
En ambos casos se trata de nichos incompletos trazados en sucesión en una pared
semicircular, como rodando un tolmo central. Debieron ser adoratorios y no
anfiteatros.
-
Chincanas: Son dos; la pequeña junto a Warmi K’ajchana, de corta
longitud, es un pasaje subterráneo que permite el paso de personas en actitud casi
reptante. La grande, está más al norte, debajo de un gran roquedo de caliza que
la leyenda califica como la piedra cansada, este pasaje subterráneo está
inundado y no es posible ingresar en él. El geólogo Dr. Carlos Kalafatovich
dice que estos túneles llamados chincanas (donde se pierde) corresponden al
socavamiento por acción de las aguas subterráneas que circularon por grutas y
planos de estratificación de la masa de caliza, durante la época pleistocénica,
por consiguiente no son obra de los incas.
- El
Trono del Inka: Distinto a K’usilluj Jink’inan, son escaños
labrados en el flanco norte de la llamada Piedra Cansada, escaños realizados
con sentido estético religioso, parecen las hornacinas en un retablo de culto
católico por su simetría. Debió ser uno de los muchos adoratorios mencionados
por Polo de Ondegardo.
- La
Piedra Cansada: La tradición registra la versión de una
inmensa piedra, que por su volumen gigantesco y peso, no pudo ser conducida al
final de su destino, y en términos figurados dicen “sayk’usqa” o cansada. Es
innegable que en Ollantaytambo, Saqsaywaman y otros centros importantes, los
trabajos de edificación continuaban cuando se produjo la guerra entre Waskar y
Atawallpa que los interrumpió, quedando muchas rocas semielaboradas, en medio
camino. Garcilaso y Cieza de León dedican largos comentarios a la Roca Cansada
que arrolló mucha gente al rodar y no pudo más ser movida.
Al norte de todo el grupo de Saqsaywaman, existe un gran
roquedo de caliza, in situ, en cuyo flanco norte está el Trono del Inka, y en
su base porción oriental está la entrada a la Chincana Grande, roquedo que
equivocadamente es señalado como pieza que no llegó a su destino, porque es
roca in situ. Contiene en su porción superior muchos escaños, escalinatas,
salientes cilíndricas verticales (Intiwatana), tallados caprichosos y poco
profundos (como el llamado Pie Gigante). Debió ser importante Waca en el
Incanato.
b)
Q’enqo Grande y Q’enqo Chico.
La palabra Q’enqo significa laberinto, torcido, con
muchas vueltas; es el nombre de dos grupos arqueológicos cercanos el uno al
otro, que tienen como base enormes afloramientos de roca caliza de la formación
Yuncaypata. Al mayor se le denomina Grande, y al otro, Chico; el primero ocupa
el nivel superior y está más al oriente, la distancia que los separa es apenas
de 150 m. En tiempos del Incario no tuvieron ese nombre. En la relación de
Ceqes y Waqas de Polo de Ondegardo no aparece esa palabra; la denominación fue
adscrita al monumento en la etapa Republicana de la Historia del Perú.
Todo el conjunto se ubica sobre el cerro que queda al
oriente de la ciudad, cerro que hoy se llama Socorro y en el Incanato pudo
llamarse Mant’ojlla o Mantacolla; están a más de doscientos metros de altura
con relación al valle del Cusco, sobre el camino que conducía al Antisuyo.
Los conjuntos descritos indudablemente fueron santuarios
muy importantes en el Incanato. Los saywas y suqanqas (gnómones líticos) que
los conquistadores vieron en el barrio de Toq’okachi posiblemente estuvieron en
Q’enqo, ambos sitios corresponden hoy a la parroquia de San Blas. La momia de
Pachakuteq y parientes que halló Polo de Ondegardo en Toq’okachi posiblemente
estuvo alojado en Q’enqo.
Lo que hoy queda de Q’enqo (y en el resto del parque) son
enormes rocas labradas que ya no pudieron destruir los españoles, ya no están
los recintos, los depósitos, los baños litúrgicos, no queda pared alguna
completa, poco queda de senderos y acueductos; y aquello que no pudieron
destruir y aun hoy se exhibe, es sin embargo colosal, y se sintetiza en lo
siguiente:
- El Intiwatana.
- La Canaleta zigzagueante.
- El Anfiteatro y el Tolmo o Tormo.
- La Sala de los Sacrificios.
- Escaños, acueductos, labrados cual engranaje, callejas
y cortos andenes.
- El Intiwatana y Observatorio Astronómico está en la
parte superior del gran roquedo, constituido por dos prominencias pétreas de
forma cilíndrica que se yerguen verticales sobre un pedestal cuasi elíptico,
todo in situ labrado en la porción superior de la roca. Constituyen el gnomon
lítico de los incas, allí los amautas medían el tiempo, establecían las
estaciones, solsticios y equinoccios, al mismo tiempo que los sacerdotes
rendían culto al Sol, a la Luna, a Venus y las Estrellas.
- La Canaleta zigzaguenate está muy cerca al Intiwatana,
parte de un pequeño hoyo, se desplaza hacia abajo en plano inclinado y línea
quebrada, luego se bifurca, una de las ramas conducía el liquido puesto a
circular hasta la Cámara Subterránea o Sala de los Sacrificios. El líquido pudo
ser chicha consagrada o sangre de seres sacrificados a los dioses. A pocos
pasos del punto donde se origina la canaleta, hacia el norte, existen dos
figuras labradas en la roca, es un ave más un pequeño mamífero parecido al
castor.
- El Anfiteatro y el Tormo, ocupan espacio considerable,
están delante y hacia el oriente del gran roquedo; son diecinueve grandes
nichos u hornacinas incompletas, en un lienzo pétreo semicircular de 55 m. de
largo. Presidiendo el anfiteatro, delante de la pared curva y dejando
apreciable área libre, está el tormo de seis metros de altura, sobre un sólido
pedestal rectangular, monolito que notoriamente muestra haber sido gigantesca
escultura, tiene rastros de haber sido duramente golpeado por los extirpadores
de idolatrías que optaron por desfigurar el gran ídolo esculpido en roca in
situ; todavía se aprecia en la erguida roca modulaciones zoomorfas.
Esto que llaman ahora anfiteatro, en el Incanato fue un
enorme templo para ceremonias públicas; los que ahora parecen ser asientos, por
estar incompletos, son las bases de grandes nichos u hornacinas contenidos en
un alto muro, es fácil deducir formas y dimensiones haciendo un análisis
comparativo con lo que en la actualidad se tiene en Tampumachay, la plaza de
Qollqanpata, Chinchero, Tarawasi, Ollantaytambo, Pisaq, etc. Este ámbito estuvo
cerrado y el tránsito se realizaba por la entrada de doble jamba asociada a
recintos que están en la porción noroccidental del conjunto. Cada hornacina fue
sitio de entidades a las que se rendía culto, pudieron ser mallkis, wayqes, otros
ídolos u objetos, a manera de descansos rituales.
- La Sala de los Sacrificios es una cámara subterránea
hecha en la parte interna, porción baja del gran roquedo, de manera que, techo,
suelo, paredes, mesas, alacenas y vanos están labrados en una sola gigantesca
roca.
La sólida mesa pétrea de la cámara subterránea pudo haber
sido utilizada para embalsamar cadáveres de los orejones y también como lugar
de sacrificios humanos y de llamas. La mesa está asociada a escalones y
alacenas. Un angosto pasaje descendente conduce a un oscuro sótano.
- Q’enqo Chico exhibe escalones, escaños, nichos,
acueductos, tiene forma casi circular y sus contornos muestran murallas que
debieron ser mucho más altas de lo que hoy se ven.
c)
Laqo.
Laqo es palabra quechua, significa alga de río; difiere
de Lak’o que significa hacer equivocar. Un grupo arqueológico perteneciente al
Parque de Saqsaywaman se llama Laqo, nombre impuesto en los últimos tiempos,
pues, ni la tradición ni los documentos de siglos atrás lo consignan.
Se ubica en el cerro llamado Socorro, al oriente de la
ciudad del Cusco, a un kilometro al oriente y arriba de la carretera de
circunvalación que une la ciudad con Saqsaywaman, está sobre el antiguo camino
inca que conducía al valle de Vilcanota. Al suroeste de Laqo y a sólo kilómetro
y medio de distancia está Q’enqo, distancia que corresponde a sendero de
peatones. Por Q’enqo discurre la carretera asfaltada que conduce de
Saqsaywaman a Pisaq.
Laqo es una colina pétrea de roca caliza gris festonada,
se eleva sobre una planicie; en su porción central esta colina presenta una
profunda disyunción aprovechada como pasadizo subterráneo. Fue otro de los
celebrados adoratorios incaicos cuyo nombre hoy se ignora, debe corresponder a
una de las 350 waqas mencionadas por Polo de Ondegardo y el padre Bernabé Cobo.
Sufrió devastación junto con toda la zona, hoy sólo queda el enorme roquedo con
sus tallados. La talla en la roca muestra:
- Un Intiwatana.
- Dos ambientes o grandes grutas.
- Esculturas de animales.
- Graderías, escaños, alacenas, tragaluces y senderos.
- ¿Pinturas rupestres?, ¿Elefantes?
- En la parte superior de la colina de caliza, porción
sur, entre molduras diversas aparece una prominencia cónica vertical con
superficie plana en derredor; se trata de un observatorio astronómico y
mochadero (lugar de adoración).
- Existen dos ambientes labrados en roca; sólo para fines
de descripción los llamaremos, el primero, y el segundo. El primero corresponde
a una galería a nivel de la explanada exterior, en la porción occidental del
gran roquedo, de angosta entrada exornada por escalones labrados en la roca in
situ; ingresando hacia el lado izquierdo existe un cubículo labrado en la roca
de forma hexaédrica regular capaz de cobijar a muchas personas; en el interior
existen diversas molduras formando alacenas, cornisas, etc. Afuera de esta
galería, junto al vano de acceso, existe una roca suelta de forma
paralelepípeda, plana, parece corresponder a la pieza que cubría el vano cuando
se deseaba cerrar la puerta. Delante de ésta aparece la boca de un canal
subterráneo de agua. El segundo ambiente se ubica a la derecha subiendo una
amplia escalinata irregular; ingresando, a la altura de la cabeza de una
persona adulta, lado derecho, aparece una boa tallada en la roca, se desplaza
horizontalmente con una longitud de 4.65 m. de los que 0.25 m. corresponde a la
cabeza; ingresando, hacia el lado izquierdo y abajo aparece la escultura de un
mamífero que ya no tiene cabeza, su longitud es de 0.90 m. incluyendo la cola.
El interior es un complejo de plataformas, alacenas, asientos, etc.
- En la cumbre de la colina pétrea, asociado a escaños,
existen esculpidas en la roca figuras de dos aves, muy similares a las que
existen en Q’enqo más un mamífero, están sin cabeza.
- En todo el gran roquedo y aledaños, hay graderías,
senderos, alacenas, tragaluces en los recintos; todo el conjunto da idea de
haber cobijado densa población, y que la acción depredadora ha dejado solamente
el casco, aquello que no pudo ser destruido por estar adscrito a tremendas
formaciones naturales de la roca.
- Hay personas que creen ver en el flanco suroccidental
del gran roquedo, modulaciones de elefantes, son abultamientos o combaduras que
con un poco de imaginación dan idea de un paquidermo parado y otro recostado al
interior. En América no hubo elefantes, pero en épocas prehistóricas existió el
mamut.
Asimismo, algunas publicaciones informan pinturas
rupestres en los ambientes, no existen estudios serios al respecto.
d)
K’usilluchayuj.
K’usilluchayuj en castellano significa “que tiene mono”.
Es el nombre de otro adoratorio muy similar a Laqo, se ubica sobre el camino
inca que conducía al valle de Vilcanota, entre Laqo y el barrio de San Blas, de
la ciudad del Cusco, la distancia entre uno y otro grupo arqueológico no es
mayor a 300 m.; es el más cercano a Cusco en relación a Laqo, pero ambos están
en términos generales más o menos a 300 metros de altitud respecto a la plaza
principal de la ciudad del Cusco.
En la porción suroccidental de todo el conjunto, existe
un tolmo idéntico al de Q’enqo, pero de menores dimensiones, su forma da idea
de un sapo de casi dos metros de altura en cuya espalda hay figuras en alto
relieve que representan monos y ofidios. En este monumento hallamos una fuente
litúrgica con vertedero de dos canaletas (está sobre el camino), más porciones
incompletas de canales de conducción de agua, discos pétreos labrados con
perfección, alacenas, un monolito fuertemente golpeado parece que represento un
felino; un rebajamiento labrado con sólo centímetros de profundidad, de forma
elíptica parecido al de Saqsaywaman. Llama la atención la abundante
representación de monos, pues, incluso en la espalda del tolmo de Q’enqo quedan
vestigios de figuras de monos.
e)
Lanlakuyuj.
La palabra Lanlaku significa “faramalla”, “travieso”,
“espíritu maléfico”, “duende”; y el sufijo yuj denota pertenencia; se
interpreta como “Que tiene espíritu maléfico”. Esta denominación le fue
asignada en el siglo pasado a un enorme afloramiento de roca caliza, sobre el
que hay muestras de arte e industria de los antiguos peruanos.
Lanlakuyuj se ubica al lado izquierdo de la vía asfaltada
que conduce a Pisaq (subiendo), a un kilometro de distancia de Q’enqo, a dos de
Saqsaywaman y a cuatro o más o menos de la ciudad del Cusco. Las grietas y
oquedades producidas en la base del roquedo, por acción del anhídrido carbónico
de las aguas de lluvia al descomponer la caliza, fueron aprovechadas para
modular sótanos. Todo el conjunto es un laberinto de grutas y pasadizos
semioscuros. Los interiores están trabajados, no son simples grutas naturales,
hay alacenas, escaños, escalinatas, cornisas y muchas de las paredes están
pulidas,
Hacia el lado occidental y fuera del roquedo, quedan
estructuras correspondientes a recintos. En el lado sur queda un muro que
zigzaguea, hecho de piedras grandes de forma irregular, con muchos lados y
ángulos que ensamblan con perfección, es similar a los baluartes de
Saqsaywaman.
Lanlakuyuj fue otro de los importantes centros religiosos
en el Incanato, con figuras de dioses con nobles embalsamados, con wayqes
(dobles o retratos en metal) servidos por panakas, con muchos recintos y plazas
y numeroso personal de servicio.
f)
Pukapukara.
Pukapukara significa Fortaleza Roja. El grupo
arqueológico de Pukapukara se ubica sobre la carretera asfaltada que conduce a
Pisaq, distante 7 km. desde la ciudad del Cusco, altitud de 3580 msnm.
Hacia el lado occidental del conjunto se halla la fachada
del complejo arquitectónico, sobre un área libre a manera de pequeña plaza, al
lado opuesto el edificio se levanta a considerable altura del piso debido al
desnivel del terreno. Se ubican recintos, plazas interiores, baños, acueductos,
atalayas y un camino antiguo fácilmente reconocible. Los edificios están hechos
de piedras entre medianas y pequeñas, la superficie externa de los poliedros es
ligeramente rugosa a diferencia de otros grupos arquitectónicos. La disposición
urbanística es sumamente adecuada y funcional.
g)
Tanpumach’ay o Tambomachay.
Tanpu corresponde a alojamiento colectivo con todo lo
necesario para albergar mucha gente que morará corto tiempo. Mach’ay significa
lugar de descanso. El nombre le viene desde la época Inka; felizmente Polo de
Ondegardo captó datos inconfundibles al enumerar Adoratorios y Waqas que habían
en el camino al Antisuyo, dice refiriéndose al primer ceque:
“La novena guaca se
llamaba TAMBOMACHAY, era una casa de Inca Yupanqui, donde se hospedaba cuando
iba de caza. Estaba puesta en un cerro cerca del camino de los Andes,
sacrificábanle todo excepto niños”.
Efectivamente la casa está puesta en la falda de un cerro
y está cerca y no junto al camino principal que conducía al Antisuyo. La
tradición conoce a este monumento como el “Baño de la Ñusta” debido a la
especial circunstancia de existir dos acueductos que llevan aguas límpidas todo
el año, vienen de ignotos lugares conocidos sólo por los constructores, el
volumen es uniforme, el líquido se junta para caer por un vertedero a lo que
tuvo que ser una fuente litúrgica.
El lugar está a 8 km. del Cusco, a un kilómetro de
Pukapukara, a 3.700 msnm en la cabecera del cerro Cebolla Wayqo, sobre vía
asfaltada.
El edificio esta adosado al cerro y tiene tres corredores
o terrazas que son sucesivos de abajo a arriba, equivale por tanto a tres
pisos. Las construcciones son de óptima calidad, con poliedros irregulares muy
bien ensamblados, sin mortero de barro, piedra entre medianas y grandes con la
cara externa lisa y convexidad mínima; las paredes tienen una ligera
inclinación hacia adentro y presentan nichos u hornacinas grandes y amplias, de
dos metros de altura término medio.
El conjunto está precedido de una sola muralla hecha de
grandes piedras bien encajadas con superficie algo rugosa. Frente al edificio
principal, en el lado oriental del conjunto, se alza un torreón de planta
circular, en la actualidad está incompleto en su porción superior.
h)
Llaullipata.
Llaulli es el nombre de una pequeña planta nativa, de
bellas flores en campanilla, que crece espontáneamente en la sierra peruana.
Pata significa sitio. Es así que Llaullipata significa o indica el lugar donde
crece el vegetal mencionado.
Es el nombre de un fundo o predio rústico ubicado a
continuación y al noroeste de Saqsaywaman propiamente dicho y dentro del Parque
Arqueológico de Saqsaywaman. A decir por los propietarios del inmueble, el
nombre de Llaullipata aparece en documentos del s. XVI, en tal virtud, se
deduce que el topónimo viene desde la época Inka.
El fundo Llaullipata tiene forma alargada, con eje
longitudinal de noroeste a sureste, dividido transversalmente por el riachuelo
Chacan, en la parte media; los terrenos que quedan al noroeste a partir del
riachuelo, son propiedad de la Comunidad Campesina de Chacan, la otra porción
suroriental se ha dividido en tres lotes a manera de franjas.
Conviene aclarar que todo el territorio que corresponde
al Parque Arqueológico de Saqsaywaman y por consiguiente al fundo Llaullipata
es un solo y enorme repositorio arqueológico, en las cortas porciones planas a
manera de franjas en meseta de la parte alta y suroriental del fundo
Llaullipata, a un centenar y más de metros de altitud, existen otros conjuntos
arqueológicos menores, consistentes en cortos andenes, acueductos y restos de
recintos antiguos; pero el monumento más importante de este lugar es el ubicado
exactamente sobre el riachuelo Chacan, encajonando el caudal hídrico, en el que
se distinguen las siguientes partes:
a) Un gigantesco bloque de roca caliza al lado izquierdo
del riachuelo, que obliga hacer una curva al cauce hídrico, roquedo labrado en
todas sus partes externas, donde los antiguos peruanos esculpieron escaños
(tianas) de diversas dimensiones y muchas molduras enigmáticas. A media altura
y en la porción suroccidental del roquedo aun se conserva una prominencia
lítica labrada en el mismo bloque, que tiene forma cilíndrica (con ligera
tendencia a cónica truncada en el vértice o porción superior) con proyección
vertical.
b) Hacia el lado derecho del riachuelo, el mismo que va
encajonado, en otro roquedo avecindado con el comentado anteriormente, aparece
otra prominencia lítica, cilíndrica y vertical; debieron formar parte de un
juego o sistema de gnómones líticos de un observatorio astronómico, que al
mismo tiempo tuvo que haber sido adoratorio.
c) Al oriente del gran roquedo y a sólo pasos de
distancia, corre un largo muro longitudinal a la quebrada, con algunas
porciones en muy buen estado de conservación, muro de poliedros líticos
irregulares pero bien ensamblados, con la conocida disposición arquitectónica
de varias piezas alrededor de una central, particularidad del estilo celular y
también del semiciclópeo. Los constructores aprovecharon algunos roquedos in
situ, para trabajarlos de manera que formen parte de la pared, y en sus
rebordes acoplaron piedras muy bien logradas, dando uniformidad y contenido
estético al paramento. Se aprecian cimientos y sobrecimientos de una corta
pared transversal que corría uniendo el roquedo y el muro.
d) Un hermoso acueducto en los roquedos y paramentos del
lado derecho del riachuelo (aguas abajo). Hay andenes en malas condiciones,
existen claros vestigios de haber estado el riachuelo encauzado.
Llaullipata fue el centro de un sector religioso, un
adoratorio importante, con campos de cultivo y muchas casas en sus alrededores,
incluida la zona de Chacan. Tiene la particularidad de estar ubicado en las
cabeceras del riachuelo principal de la capital Inka.
i)
Chacan.
En quechua Chacan
o Chakan, significa “puente”, nombre de data prehispánica originada en la
circunstancia de existir en el lugar, cerrando la quebrada, un gigantesco
bloque de caliza con dimensión de montaña, en cuya porción central e inferior
ofrece un túnel natural que deja pasar las aguas del riachuelo del mismo nombre
(Chacán), y en su cima, los antiguos habitantes del lugar construyeron un
sólido acueducto, sirviendo por consiguiente el gigantesco roquedo, de puente
para el paso de la gente y del acueducto.
Esta descomunal roca que cierra la quebrada, ofrece hacia
el lado norte, una cara lisa y de sorprendente verticalidad, en la porción
central de ella, aparece una fisura con sucesivos resquebrajamientos, fisura
que se proyecta en trazo oblicuo para desaparecer en el túnel. En los bordes
superiores del roquedo se aprecian hileras sobrepuestas de sillares, al canto
mismo. En el tercio superior del enorme roquedo existe una gruta a la que se
ingresa por el lado superior y occidental, que forma algo así como un balcón, o
emplazamiento a manera de púlpito, con
vano de forma triangular, con pretil o baranda labrada en la misma roca, hacia
el borde.
Por encima del gran roquedo discurre un importante
acueducto inca y un camino de aquella época. Siempre en la porción superior del
roquedo y hacia el lado sur, aparece una porción de la roca caliza, labrada
artísticamente por los antiguos, expresando el signo escalonado, es como un
triángulo escalonado y con vértice trunco, de 2.50 m. de altura, que hacia el
borde oriental ofrece cinco peldaños, y lo que le continúa en la base son dos
hileras horizontales de sillares.
En los terrenos de la Comunidad Campesina de Chacán se
aprecian muchos andenes, algunos en estado de destrucción y otros en uso.
El conjunto arqueológico de Chacán se ubica al norte y
arriba de Llaullipata, sobre el mismo riachuelo y a sólo 600 m, de distancia.